La directora de Muface, Myriam Pallarés, y el presidente del Cgcof, Jesús Aguilar.
La pertenencia a
Muface no solo son consultas e intervenciones quirúrgicas. Y es que la mutualidad también
da cobertura farmacéutica a sus más de 1,5 millones de usuarios. Para ello, cuenta con un convenio firmado con el
Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos (Cgcof). Un acuerdo que desaparecería si no se consigue encontrar una solución que garantice la supervivencia de la entidad, inmersa en
su tercera oferta de licitación, acompañada de un pliego de condiciones técnicas más eficiente y claro en cuestiones como la ampliación de la cartera de servicios, el régimen económico y la regulación de la asistencia sanitaria transfronteriza.
Según fuentes del organismo colegial de Farmacia, este concierto "fija las condiciones en que las farmacias colaboran con Muface en la
dispensación a los mutualistas". Un acuerdo en el que se incluyen todos los medicamentos, preparados y fórmulas magistrales, productos sanitarios y dietéticos, vacunas antialérgicas y bacterianas que estén incluidos en la prestación farmacéutica del Sistema Nacional de Salud (SNS).
El presente convenio, publicado en el Boletín Oficial del Estado (BOE) el 28 de diciembre de 2022, tiene
una vigencia de cuatro años, por lo que los mutualistas pueden obtener sus fármacos en cualquier botica hasta 2027, siempre que no desaparezca Muface. En caso de que siguiera más allá del último año firmado con el Cgcof, este se puede prorrogar otros cuatro años, según está estipulado.
"Fijas las conidicones en que las farmacias colaboran con Muface en la dispensación de medicamentos a los mutualistas", han indicado desde el Cgcof
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Si se materializa el fin de Muface, sus usuarios probablemente pasarían al SNS, por lo que
la prestación farmacéutica estaría asegurada. Simplemente la receta a presentar en la oficina de Farmacia dejaría de estar sellada por la mutualidad y pasaría a ser una de las utilizadas de forma habitual. No obstante, se trata de un escenario futuro que solo se despejará con
el resultado final de la licitación, de momento, sin resolver.
¿En qué consiste el convenio?
El acuerdo establece que todas las oficinas de Farmacia legalmente establecidas tienen la obligación de
disponer de acceso al Sistema de Receta Electrónica de Muface (Sirem), además de aceptar su formato en papel. Precisamente, la entidad colegial se responsabiliza de proporcionar una vía a dicha herramienta digital a través del nodo de conexión Nodofarma. Asimismo, garantizará el establecimiento de las aplicaciones necesarias para la lectura y verificación de las citadas prescripciones en las boticas.
Por su parte, el farmacéutico efectuará la dispensación siempre que el paciente presente una receta oficial que reúna los requisitos de validez y cuente con una tarjeta de afiliación al órgano de asistencia sanitaria.
Ningún profesional se puede negar a asistir a un mutualista, según apunta el contrato firmado por Muface o Cgcof.
Mientras, Muface adquiere
un compromiso económico con el ámbito farmacéutico por el hecho de aceptar sus recetas. Así, la mutualidad abona a las oficinas las prescripciones correctamente dispensadas y facturadas. Un pago que se lleva a cabo a partir de los precios legalmente autorizados de los distintos medicamentos, fórmulas magistrales o productos sanitarios. Hay que destacar que se tiene en cuenta el régimen impositivo específico existente para Canarias, Ceuta y Melilla.
Muface adquiere un compromiso económico con Farmacia por aceptar sus recetas
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Este
proceso se realiza a través de los Colegios Oficiales de Farmacia de cada provincia. Y es que estos organismos son los encargados de la digitalización de las recetas médicas en papel y el mantenimiento del flujo de sus homólogas electrónicas a partir de Nodofarma. Estas facturas serán financiadas por Muface, de las que se deduce la parte correspondiente a la aportación del usuario a la oficina de Farmacia y el importe resultante de la aplicación de la normativa vigente en materia de márgenes y descuentos. La entidad tiene la posibilidad de abonar el cargo hasta el 20 del mes siguiente en el que se produjo la dispensación.
Para la vigilancia y cumplimiento del concierto, las partes firmantes crean
la Comisión Central de Farmacia, presidida por el director general de la mutualidad, quien está acompañado por tres vocales del propio organismo y cuatro de la organización farmacéutica colegial. En caso de no realizarse el pago a tiempo, los Colegios Oficiales podrán pedir intereses a Muface. Si, por el contrario, la factura no se ha abonado por retraso en la entrega de ficheros electrónicos, la entidad dependiente del Ministerio para la Transformación Digital y de la Función Pública tendrá derecho a demandar una compensación económica.
Supervivencia del concierto
El mantenimiento de la alianza entre Muface y Cgcof -como las que tiene
el organismo colegial con otros actores sanitarios- está
supeditado al desenlace de las negociaciones entre la mutualidad y las aseguradoras que prestan asistencia sanitaria. Por lo tanto,
el futuro del convenio está en el aire.
No sucederá lo mismo con
Mugeju e Isfas, dado que ambas han conseguido sacar adelante los contratos que aseguran su perduración en el tiempo. Y es que estas entidades también cuentan con un convenio con el Cgcof de similares características al de su 'hermana mayor'. De la misma manera, en estos se regulan las condiciones para la dispensación de medicamentos y otros productos de Farmacia.
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