El farmacéutico del Hospital Universitario Nuestra Señora de la Candelaria, Alfredo Montero.
El catálogo de fármacos no es un ente estable. Y es que no dejan de incorporarse nuevas respuestas año tras año: solo en 2024 se añadieron
50 principios activos en España y 867 medicamentos comerciales. Un avance que también va acompañado de la retirada de productos, al aparecer versiones mejores para dar tratamiento a los pacientes. Un mar de conocimientos de tamaño fluctuante que puede complicar la actuación de los profesionales del ámbito sanitario, habitualmente ahogados por la sobrecarga de trabajo existente en el Sistema Nacional de Salud (SNS). En este caso, la
Inteligencia Artificial (IA) puede ayudar a surcar estas vastas aguas.
CIMAGPT se postula como el barco para navegar por el océano farmacéutico.
El farmacéutico del
Hospital Universitario Nuestra Señora de la Candelaria (Santa Cruz de Tenerife), Alfredo Montero es el 'armador' de esta nave digital. Una aplicación pensada para abordar la base de datos del
Centro de información online de medicamentos aprobados por la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Cima-Aemps). "Antes de que salieran las herramientas de IA era muy complicado enfrentarse a estos volúmenes de información tan grandes", ha señalado a
Redacción Médica.
Dicha biblioteca de contenido farmacéutico
no contaba con ningún asistente conversacional inteligente que ayudará a la obtención de información. "La verdad es que era extraño que no existiese un instrumento de este tipo", ha apuntado el sanitario del Servicio Canario de Salud. Motivo por el que Montero se puso manos a la obra. "Había visto a algún compañero que lo había intentado, pero no lo conseguía. Me planté lograrlo como reto personal", ha compartido. Sin conocimientos de programación, el especialista en Farmacia Hospitalaria desarrolló
una versión personalizada del modelo ChatGPT-4, a través de la utilización del entorno de creación de GPTs de OpenAI. Una aplicación integrada mediante API Rest con Cima-Aemps. "Al ver que me respondía lo que le estaba pidiendo, yo alucinaba", ha agregado entre risas el profesional sanitario.
"Al ver que me respondía lo que le estaba pidiendo, yo alucinaba"
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Un trabajo que no se limitó solo a que la aplicación contestase a las preguntas, sino que lo hiciese de forma correcta. "Me dediqué a limitar su capacidad de 'alucinar e inventarse cosas'", ha puntualizado Montero. La meta era conseguir que CIMAGPT se convirtiese en
una fuente fiable de información sobre medicamentos.
Tras su diseño, el farmacéutico la sometió a distintas pruebas, con el objetivo que se equivocara. El profesional sanitario validó la herramienta a nivel técnico, desde la comparación de las respuestas dadas con la información en las fuentes oficiales. Asimismo,
dejó que varios compañeros la probasen en casos clínicos simulados, para evaluar su utilidad, comprensibilidad, rapidez de acceso y grado de confianza percibido. Un proceso que finalizó con una conclusión: CIMAGPT funcionaba.
Respuestas a preguntas sobre fármacos
Como en cualquier tecnología, Montero ha indicado que siempre "hay detalles que hace falta pulir", pero ya es producto mínimamente viable. El farmacéutico publicó su obra de forma gratuita en la red social X para que pudiese ser probada por un mayor volumen de personas. Desde entonces acumula
más de 300 conversaciones.
"CIMAGPT funciona mejor con órdenes simples, pero hay tareas más complejas que le puedes encargar", ha afirmado su creador. Por ejemplo, el instrumento
puede elaborar una tabla comparativa de varios medicamentos diferentes para una misma patología. Falla más a la hora de dar información exacta sobre los desabastecimientos, en parte, por la falta de dinamismo en la actualización de Cima-Aemps. "Este ritmo hace que la aplicación no responda correctamente. Al final, una de sus limitaciones es que esta funciona exclusivamente con esta fuente oficial, para bien como para mal", ha compartido Montero.
CIMAGPT es útil para comparar distintos medicamentos que se emplean sobre una misma patología
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No obstante, este chatbot se posiciona como un instrumento útil para la mejora en la resolución de dudas asistenciales, lo que garantiza
una mayor seguridad en la dotación de tratamiento farmacoterapéutico. Asimismo, se puede emplear como herramienta de consulta para trabajos de investigación y docencia o como apoyo para la formación de
los residentes de las distintas especialidades.
Futuro de CIMAGPT
Pese a su funcionamiento, Montero pretende continuar con el perfeccionamiento de la tecnología. Así, pretende colocar un aviso al inicio de la conversación en el que
se recomienda validar la información dada con la fuente oficial. "Como con cualquier IA, esta es una gran ayuda, pero tampoco hay que tirarse a la piscina", ha remarcado. Además, valora
conectarla a otros bancos de datos de organizaciones focalizadas en fármacos como la
Agencia Europea de Medicamentos (EMA), la
Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) o ClinicalTrials.gov.
De momento, solo con la inclusión de Cima-Aemps, la herramienta ya
permite aligerar las tareas de las plantillas sanitarias. Montero ha asegurado que la IA supone "una gran ventaja competitiva para quien sepa utilizarla". "Esta tecnología puede ser útil para la interpretación del big data de salud o la toma de decisiones a gran escala, pero también para acabar con el exceso de burocracia, el agotamiento mental o la falta de tiempo en nuestros servicios", ha enumerado. Una flota con la que aventurarse en el gran océano de la sanidad, de la que CIMAGPT ya forma parte.
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