Un estudio publicado en la revista
Farmacia Hospitalaria revela cómo la presencia del
farmacéutico en los servicios de
Urgencias de los hospitales españoles, si bien es relativamente escasa, es muy valorada por
médicos y enfermeros porque aporta calidad y
seguridad a la atención desarrollada.
Los autores recibieron 102 encuestas (de 73 médicos y 29 enfermeros de Urgencias). En ellas se identificaban como actividades más frecuentes del farmacéutico la resolución de consultas, la
validación de las prescripciones y la
conciliación de la medicación.
El
89 por ciento de los encuestados valoró la mejora en la calidad de la atención proporcionada, mientras que el 87 por ciento valoraba también la seguridad aportada. En el 63 por ciento de las encuestas consideran esencial la validación prospectiva de los medicamentos de alto riesgo, y
el 34 por ciento opina que el farmacéutico debería validar todas las prescripciones en Urgencias. Para tres cuartas partes de los encuestados, el farmacéutico es parte integral del equipo.
A pesar de que el Servicio de Urgencias tiene un
elevado riesgo de acontecimientos adversos (el 12 por ciento, del cual el 24 por ciento se debe a errores relacionados con la medicación, siendo un 70 por ciento de ellos evitables), solo uno de cada cinco Servicios de Farmacia tiene un farmacéutico colaborando en Urgencias. La proporción mejora en los hospitales de más de 500 camas, donde están presentes en uno de cada cuatro.
Los responsables del estudio señalan que hacen falta más trabajos que valoren los resultados en salud y la repercusión económica de la presencia del farmacéutico en el Servicio de Urgencias. La
Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH) creó el grupo de trabajo RedFaster, de farmacéuticos de Urgencias, hace ya más de diez años.
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