Covadonga Pérez, coordinadora del Grupo de Tutores de la SEFH y María Muñoz, miembro del Grupo de Redfaster de esta entidad
La presencia del farmacéutico en los
Servicios de Urgencias es cada vez mayor. En la actualidad, un 60 por ciento de los hospitales que tienen más de 500 camas están realizando atención de este tipo en el área. Por este motivo, la
Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH), ha redactado un itinerario formativo para los
FIR. Se trata de un documento pionero puesto que, "hasta su publicación, no estaban definidas las competencias que debía adquirir el residente de Farmacia", según ha explicado Covadonga Pérez,
coordinadora del Grupo de Tutores de la sociedad. La llegada de este proyecto se alinea con el deseo de capacitar a las
nuevas generaciones para "enfrentar las demandas actuales y futuras, liderando y promoviendo mejoras en la
atención de Urgencias", según ha señalado la experta.
Al concluir su periodo formativo por el Servicio de Urgencias, el FIR deberá haber
adquirido cerca 70 competencias que se distribuyen en
4 dominios clave:
adecuación terapéutica y validación de los
tratamientos de las principales patologías atendidas en Urgencias;
conciliación y coordinación asistencial;
seguridad y logística. Estas destrezas incluyen la participación del residente en "programas de optimización de antibióticos", pero también el "manejo de antídotos en situaciones específicas", pasando por los "
planes de contingencia para situaciones de emergencia y catástrofes".
El documento pretende proporcionar "
homogeneidad a la formación del FIR en el Servicio de Urgencias", sirviendo de guía tanto a los tutores como a los adjuntos que participan en la
formación del residente, tal y como ha señalado Pérez a
Redacción Médica. Además de esto, las competencias que
deben adquirir los FIR, se clasifican en "básicas, intermedias y avanzadas", lo que permite que el itinerario se adapte a los hospitales "donde los farmacéuticos estén en diferentes
grados de integración", según ha remarcado María Muñoz,
miembro del Grupo de Redfaster de la SEFH que también participó en la creación del proyecto. Otro
aspecto clave destacado por esta especialista, ha sido el "
nivel de supervisión", que también se define en el proyecto formativo y que
debe tener el FIR durante esta etapa para asegurar un "aprendizaje estructurado y de calidad".
Reordenación y sencillez
Uno de los objetivos que se plantearon a la hora de crear el
proyecto formativo fue "facilitar la formación del residente", por ello en el itinerario se "guía claramente al residente a través de las actividades que debe realizar", para que pueda asimilar toda la formación de manera "
progresiva y estructurada", según ha señalado Pérez. Para hacer más fácil el proceso, el documento también muestra los
objetivos "que debe conseguir el FIR en la rotación", así como conocer de primera mano "el
modelo de evaluación", tal y como ha explicado Muñoz.
Este nuevo modelo no incluye más temario para los residentes, sino una "
reordenación de la formación", con los conocimientos, aptitudes, actividades y
habilidades en las que tienen que trabajar a lo largo de su paso por Urgencias para "alcanzar la excelencia", ha expresado la coordinadora del
Grupo de Tutores de la SEFH.
Impacto del itinerario en el futuro
El proyecto formativo preparará a los FIR para "enfrentar los
desafíos clínicos con competencia y confianza", según ha señalado Pérez. Para la experta de Redfaster, que es también farmacéutica en Urgencias, este documento se posiciona como "un contenido de referencia con el que
mantenernos actualizados", además de constituir un estimulante para el aprendizaje tutorizado.
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