Las fórmulas generales permiten ofrecer tratamientos gratuitos a los pacientes y evitar el mercado ilegal de fármacos

Esther Pamplona, María Sánchez, Edurne Fernández de Gamarra y Miriam López


21 sept. 2024 10:00H
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No todos los países del mundo cuentan con hospitales con Servicio de Farmacia Hospitales. Existen rincones del mundo en los que los centros de salud no tienen un laboratorio que permita la elaboración de tratamientos farmacológicos. En ocasiones, los dispensarios son almacenes en los que escasean los fármacos, gestionados por individuos que no gozan de la suficiente formación técnica. Para aliviar las situaciones vividas en estos entornos, los profesionales de Farmacia Hospitalaria intentan poner su granito de arena. "La cooperación es la cuarta pata de nuestro sector", ha destacado la directora de Formación de la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH) y farmacéutica especialista del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau (Barcelona), Edurne Fernández, durante la décima edición del Encuentro Global de Farmacia Hospitalaria.

La clave para garantizar la mejora de los servicios farmacéuticos de los centros hospitalarios y por ende el estado de salud de los pacientes que atienden es la adaptación de los cooperantes y los proyectos que encabezan a las circunstancias de los lugares a los que viajan. Así, en enclaves aislados, donde la actuación sanitaria gubernamental no llega, tampoco tiene sentido establecer rutas de suministro de medicamentos comerciales. Primero, por las dificultades logísticas. Segundo, por el propio precio del fármaco.

Edurne Fernández de Gamarra, directora de Formación de la SEFH. Farmacéutica Especialista del Servicio de Farmacia del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau (Barcelona).


Evitar el mercado ilegal de fármacos


"Por ejemplo, en muchos países del África Subsahariana, el paciente paga, aunque acuda al sistema público", ha lamentado la farmacéutica especialista del servicio de Farmacia del Hospital de la Línea de la Concepción (Cádiz) y cooperante internacional, María Sánchez, en su intervención durante la mesa de debate sobre cooperación internacional que ha recogido este encuentro organizado por Redacción Médica con el auspicio de SEFH y la colaboración de Bayer, Gilead y MSD. 




"Las fórmulas generales nos permiten no cobrar a los pacientes"



La respuesta a estas incógnitas es unánime: las fórmulas generales. "Elaborar te permite no tener que cobrar a las personas", ha añadido Sánchez. Y es que, mediante este método, se pueden fabricar soluciones in situ y escapar de las facturas de las farmacéuticas, tanto por el propio medicamento como por los costes de logística. A su vez, se evita el mercado ilegal de fármacos, en el cual se vende un alto porcentaje de tratamientos falsificados y al que acuden un elevado volumen de personas. En este sentido, la consultora farmacéutica de Farmamundi y misionera del equipo Start de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (Aecid), Miriam López, ha destacado que hay que formar a la población para erradicar "la automedicación", muy habitual en todas las regiones en las que no abundan los compuestos químicos.

María Sánchez, especialista del Servicio de Farmacia del Hospital de la Línea de la Concepción (Cádiz).


Aprovechar los recursos locales


Las participantes de la mesa han remarcado que no se puede obviar las ventajas que puedan ofrecer las localidades en las que se implementan los proyectos de ayuda farmacéutica. Además, para todas ellas, respetar la cultura local es fundamental para el éxito de los proyectos: desde su forma de trabajar hasta costumbres como la Medicina tradicional para así lograr una aproximación "bidireccional".

En concreto, las ponentes han destacado la fuerza de trabajo sanitario de los locales. "Tienen un valor infinitivo, por lo que hay que hacerlos partícipes de todas las decisiones que se tomen", ha apuntado Sánchez. De esta forma, apostar por su formación es fundamental para mejorar la dispensación del medicamento y la efectividad de los tratamientos elaborados.

"De todos los puntos, la capacitación del personal es el tema en el que más insistimos en nuestras actuaciones", ha revelado la técnica de Proyectos de Cooperación Internacional de la Fundación El Alto, Esther Pamplona. Precisamente, la organización para la que trabaja busca la implementación de Servicios de Farmacia en centros de Etiopía, Chad y Uganda, a través del establecimiento de laboratorios, pero, sobre todo, de la instrucción técnica de las plantillas.


"Hay que hacerles partícipes a los sanitarios locales de todas las decisiones"



En esta línea, Pamplona ha explicado que han firmado un acuerdo con la Universidad de Makere (Kampala, Uganda) para la formación de farmacéuticos mediante la intervención de docentes españoles. Por su parte, Sánchez trabaja en la actualidad por el establecimiento de un laboratorio en el Hospital Saint Joseph's Kitgum, al norte del país. Allí, se forma en elaboración de fórmulas generales a la farmacéutica del centro y el resto del equipo técnico. "Hay que empoderar al personal", ha afirmado la farmacéutica del Hospital de la Línea de la Concepción. 

Esther Pamplona, técnica de Proyectos de Cooperación Internacional de la Fundación El Alto.


Llamamiento a la cooperación en Farmacia Hospitalaria


Decenas de organizaciones se afanan en la protección farmacológica de las regiones más empobrecidas del planeta. Y es que la Farmacia también puede marcar una diferencia en la vida de millones de personas. "Nuestra profesión puede mejorar el acceso al medicamento, la prevención de patologías, el impulso de la investigación de nuevas vacunas, el desarrollo de autoridades sanitarias, la mejora de la asistencia y la redacción de políticas sanitarias", ha enumerado López. 

Pamplona ha recorrido África en busca de soluciones que impulsen la Farmacia Hospitalaria. Este mismo continente ha sido el principal campo de actuación de Sánchez, quien, bajo el amparo de una organización catalana, consiguió que el Gobierno de Senegal visitará una vez al mes una comunidad aislada para la revisión sanitaria de su población, ya que en esta no existía ni consulta médica ni dispensario farmacéutico. 

Los proyectos abundan, al igual que las necesidades. Por ello, López ha hecho un llamamiento para que más profesionales se unan a tareas de cooperación. "Los farmacéuticos podemos marcar la diferencia en la vida de personas", ha sentenciado la cooperante. 

Miriam López, consultora Farmacéutica en Ayuda Humanitaria y Cooperación de Farmamundi, y misionera  del equipo Start de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (Aecid).


Aspecto de la sala durante el debate: "Iniciativas de Cooperación"

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