Javier Arias y Mariana de Daniel conversan sobre los desafíos de esta "apasionante" profesión

Javier Arias y Mariana de Daniel.


19 oct. 2024 16:00H
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Comenzar a andar el largo camino de la Medicina no es un proceso sencillo, eso lo saben muy bien los estudiantes del Grado. Dejar atrás el bachillerato y las aulas escolares para adentrarse en el mundo universitario durante los próximos seis años genera dudas e inquietudes a muchos alumnos de Medicina. ¿Cómo se organizan las asignaturas?, ¿cuándo comienzan las prácticas y en qué especialidades se rota primero?, ¿qué opciones tienen los estudiantes para formarse una temporada en el extranjero?, ¿cómo de importante es integrar la Atención Primaria y la Medicina de Familia dentro del Grado?

Para responder a todas estas preguntas que se plantean los recién llegados a la carrera, Redacción Médica ha juntado en un mismo espacio al decano de la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid, Javier Arias, y a una de las alumnas que este año arranca su primer año de Medicina en la UCM, Mariana de Daniel. Ambos han analizado todas estas dudas con el objetivo de hacer más llevadero el inicio del curso académico y encontrar el equilibrio entre la pasión por estudiar Medicina y las exigencias que plantea la formación.

Ambos señalan que se debe alcanzar un equilibrio entre el estudio y el bienestar para poder cumplir con las exigencias del Grado.


Arrancamos esta conversación echando un vistazo a la motivación propia de los alumnos que llegan al primer curso del Grado de Medicina en la Universidad Complutense de Madrid. En su caso, Mariana, ha sido un aterrizaje algo 'especial', ya que tras dos años cursando Enfermería, empieza un nuevo curso dedicado verdaderamente a su pasión, la Medicina. ¿Por qué optó por tomar esta decisión? 

M: Decidí cambiarme a Medicina porque siempre quise tener un impacto más profundo en la salud de los pacientes y la transición ha sido bastante enriquecedora, pero también desafiante por lo que conlleva. Es un grado más extenso pero, al final, es mi pasión y es la motivación que he tenido para tomar la decisión. Me ha permitido combinar el cuidado tan cercano con los pacientes que ofrece la Enfermería junto con el conocimiento más amplio que tiene la Medicina. En ese aspecto estoy muy contenta. Considero que las asignaturas que cursamos en primero y segundo de Enfermería se pueden asemejar un poco a las de primero de Medicina, por lo que ahí puedo tener una pequeña ventaja para adaptarme.

Desde la perspectiva de la facultad, ¿qué apoyo reciben los estudiantes que, como Mariana, deciden cambiar de carrera dentro del ámbito sanitario? 

J: Tenemos la suerte de que los estudiantes que ingresan, aparte de ser brillantes académicamente, tienen una gran vocación. Alguien que ha empezado otra carrera diferente y se cambia a Medicina significa que la vocación era real y que se ha mantenido en el tiempo, y eso es algo bueno para la facultad de Medicina. Entonces se intenta darle el máximo apoyo, pero igual que a todos los demás estudiantes. 

Javier Arias, decano de la facultad de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid.


Uno de los primeros retos al iniciar esta carrera de Medicina es entender el ritmo y la exigencia que caracteriza a este grado. Mariana, ¿cómo ha vivido este inicio del curso? ¿Y qué ayudas ofrece la UCM para facilitar la integración de estos alumnos?

M: Mi expectativa era disfrutar del temario y la verdad es que puedo decir que se ha cumplido. Las asignaturas que tenemos en primero son muy interesantes y gracias a todos los seminarios y prácticas que nos ofrece la facultad casi a diario, nos ayudan a profundizar mucho más en el aprendizaje y nos lo hace un poquito más sencillo.

J: Hay mucho compañerismo y un buen ambiente entre estudiantes. En la jornada de bienvenida son ellos mismos los que se encargan de introducir a los nuevos estudiantes en la distribución de aulas, la biblioteca, y todas las cosas que ofrece la facultad y, además, hay un programa de mentorías tanto en primero como en tercer curso, ya en los hospitales, que se encarga de apoyar a los nuevos estudiantes.

En relación a la organización y las asignaturas del grado de Medicina, ¿cómo se estructura en la UCM y qué diferencia su modelo formativo del de otras universidades?

J: Ha sido basado fundamentalmente en prácticas, tanto en los primeros cursos con laboratorio como en las prácticas clínicas en hospitales y centros de salud. E independientemente de que muchas veces el estudiante piensa que su objetivo a medio plazo es el examen MIR y que necesita conocimientos teóricos, necesita entrenamiento en preguntas tipo test, creemos que las prácticas son fundamentales no solo para formar a médicos integrales, sino también para el propio examen MIR. La mayor parte se pueden razonar, pero para ello hace falta una buena base y nosotros incidimos mucho en las asignaturas básicas y en el razonamiento clínico. 


"En las prácticas, fomentamos que el estudiante se integre en el Servicio, que sea un 'R0' y que participe de forma activa"




Tradicionalmente hay un sistema de práctica clínica que peyorativamente se llama el "alumno ficus", que está presente, pero que no participa y hace como turismo sanitario. Nosotros intentamos fomentar todo lo contrario, que el estudiante se integre en el Servicio, que sea como un "R0" y que participe. Esto es complicado por la limitación de práctica clínica, sobre todo, en la Comunidad de Madrid, pues estamos sometidos a la llegada de universidades privadas de manera desorbitada, en mi opinión, y eso hace que se establezca competencia por los centros de salud. Pensamos que no es bueno aumentar el número de facultades, aumentar el número de estudiantes, a costa de la calidad. 

A partir de tercer curso los estudiantes ya no están en la facultad de Medicina, están en el hospital y tienen allí formación teórica y práctica. A partir del cuarto curso ya son asignaturas matriculables como Práctica Clínica I, II y III, en las cuales el estudiante tiene que integrarse en el Servicio, hacer unos portafolios. Y en cuanto a los Servicios, los calendarios de rotación son un poco diferentes, y se van escalonando de tal manera que todos los estudiantes roten por los Servicios principales.

Con relación a la Medicina Familiar y Comunitaria, ¿qué protagonismo tiene dentro del grado de Medicina y qué línea se dibuja desde la UCM en cuanto a la trayectoria de esta especialidad en el Grado?

J: De momento no cuenta con asignatura propia, pero hay conversaciones sobre la posibilidad de implantarla en la próxima memoria de verificación del Grado. Lo que sí tenemos claro es que nuestros estudiantes conocen muy bien la Atención Primaria porque tienen rotaciones por los centros de salud, y creemos que en la Atención Primaria, la práctica es mucho más importante que la teoría. No sirve de nada tener una asignatura de Medicina de Familia si no se rota por centros de salud. Nosotros hemos apostado por esto, no por mucho conocer la teoría de la Medicina de Familia se va a fomentar la vocación de la misma, incluso puede parecer que más bien al contrario.

El problema de Familia es que el estudiante ve las condiciones en la que está este especialista y las compara con las condiciones que puede tener un médico de hospital. Entonces, eso hace que, al no haber incentivos adicionales, la posibilidad incluso de irse fuera a núcleos de población no demasiado poblados hace que disuada mucho a los estudiantes de elegirla. Tenemos la suerte de tener muy buenos tutores que acompañan muy bien a los estudiantes y estos salen encantados de la rotación por Medicina de Familia.

Uno de los temas que más inquieta a los estudiantes de Medicina es el futuro MIR. Mariana, en su caso, ¿se ha planteado alguna especialidad ya o tiene algunas dudas sobre este proceso que consultar al decano?

M: Mi especialidad favorita es Ginecología, ya que tuve la suerte de poder vivirla desde pequeña porque mi padre era ginecólogo y obstetra. Me inspira su legado y por ello quiero seguir trabajando en la salud de las mujeres. Evidentemente, nos enfrentamos a un MIR que nos pone trabas al conseguir esa plaza, y evidentemente hay que tener más opciones en mente por si no llegamos a conseguir la que queremos.

Mariana de Daniel, estudiante de 1º curso de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid.


J: El problema es que se puede enfocar el MIR de dos maneras. Podemos hacer que un estudiante se dedique durante los seis años de Medicina a entrenarse en este formato y aprobar el MIR o formar a ese mismo alumno con todas las herramientas del conocimiento de la Medicina desde la base, el razonamiento clínico y toda la patología. Probablemente esta opción tenga mejores resultados en el MIR. Nosotros apostamos por la formación médica integral y, por añadidura, el MIR saldrá bien. La prueba es que en la Facultad de Medicina de la UCM no tenemos ningún tipo de reflexión ni de atención dirigida al MIR y, sin embargo, los resultados de nuestros estudiantes en son mejores. 

En el panorama actual, las salidas laborales para los médicos están en constante evolución. Decano, ¿cómo ve usted el mercado laboral para los futuros médicos, tanto en España como en el extranjero?

J: Una de las fortalezas de los estudios de Medicina es que hay salidas laborales amplísimas. Se puede elegir la sanidad pública a través del MIR, donde hay una amplia gama de opciones de especialidades. Se puede elegir sanidad privada, se puede elegir ir al extranjero... Nuestros egresados tienen mucha aceptación en el extranjero porque tienen una gran calidad y eso se sabe a nivel europeo. El problema que veo un poco más largo plazo es la saturación de facultades, la saturación de estudiantes nuevos que entran y que dentro de 10-12 años van a ser especialistas. La perspectiva sociodemográfica que hay, tanto del sindicato médico como de la Conferencia de Decanos de Facultades de Medicina como del propio Ministerio de Sanidad, nos dice que va a haber superávit de médicos. A lo mejor en algunas especialidades concretas hay déficit de médicos, pero la solución que se está promoviendo no es una solución realista. Lo fácil es aumentar el número estudiantes de Medicina que entra, pero esto va a ser un problema para el futuro.

Nuestros estudiantes son muy buenos cuando entran y son buenísimos cuando salen. Desgraciadamente, la calidad no es la misma en todas partes y hay algunas homologaciones expres que se hacen del título con el supuesto intento de paliar el déficit de médicos pero que no cuenta con los mismos estándares de calidad. Entonces, esa es una puerta trasera que desmotiva a nuestros estudiantes y perjudica la calidad de la formación médica y la atención en España.

El Grado de Medicina se debe enfocar, según Arias, desde la perspectiva de aprender mucha Medicina y disfrutarla, no de aprobar el examen MIR.


Sobre la investigación dentro del Grado y cómo combinarla con la formación clínica, Mariana, ¿cómo se organiza dentro de la carrera de Medicina de la UCM?

J: La investigación es una parte esencial de la formación del médico y, como estudiante de máximo nivel, tienes cierta responsabilidad en intentar avanzar en la Medicina con lo que vas adquiriendo y mejorarla para las siguientes generaciones. Nosotros, en ese sentido, acompañamos la investigación a lo largo de la carrera, desde las prácticas de asignaturas básicas que dotan de herramientas para esa posible investigación, pasando por los aspectos éticos de la investigación, el fraude científico, los aspectos legales que se estudian en los primeros cursos, la bioestadística, el muestreo... Todas las herramientas se ponen al servicio para que, cuando el estudiante llegue al hospital, pueda iniciar su TFM, que es un proyecto de investigación. Contamos con ayuda económica externa para determinados temas que se quieren fomentar y, además, cada dos años organizamos en la Facultad de Ciencias de Salud de la UCM, un congreso internacional de investigación en estudiantes de Ciencia de Salud.

Mariana, ¿cuáles han sido los principales desafíos a los que ha tenido que hacer frente hasta ahora en el Grado de Medicina?, ¿cómo ha sido gestionar la carga académica y encontrar un equilibrio también con el descanso?

M: Los estudiantes de hoy en día nos enfrentamos a un panorama un poquito diferente al de generaciones anteriores. Tenemos mucha información a nuestro alcance y es una gran ventaja, pero también un reto, porque tenemos que ser mucho más precisos a la hora de elegir. Por otro lado, también estamos en constante cambio. Las nuevas tecnologías están jugando un papel clave que yo creo que, de cara al futuro, nos crea una gran incertidumbre y se puede traducir a un gran desafío tanto en nuestra formación como para nuestras vidas. Y a la hora de llevar el equilibrio entre el descanso y el estudio, creo que la clave es el trabajo y la constancia, pero hay que llevarlo la teoría a la práctica y uno de mis mayores retos es tener ese equilibrio y bienestar para poder cumplir con las exigencias del Grado.

El sueño de Mariana es ser ginecóloga y obstetra, pero es consciente de que hay que tener más opciones y la mente abierta, porque el MIR no lo pone fácil.


Quizá para algunos estudiantes es complicado mantener ese equilibrio que menciona Mariana. Desde la UCM, ¿ofrecen a los estudiantes algunas estrategias y herramientas para combinar el bienestar mental y físico con el estudio?

J: Alrededor de un 55 por ciento de los estudiantes tienen situaciones emocionales difíciles, ya sean adicciones, depresión, ansiedad... Nosotros estamos muy comprometidos con este tema y en el año 2021 creamos la iniciativa 'Recovery Campus', en el cual se les distribuía a los estudiantes una autoevaluación y se les ofrecía de forma voluntaria si se detectaban signos de alerta, un acompañamiento profesional. Tenemos también un Observatorio del estudiante, hay un procedimiento para formar a algunos estudiantes como vigilantes que detecten signos y puedan tratar de ayudarles. La parte emocional tiene un componente también de sentirse ayudado y queremos transmitir la idea a los estudiantes de que no se encuentran solos, que tenemos herramientas y mecanismos para apoyarles cuando tengan un bache, porque es humano, y el buscar ayuda no es un signo de debilidad.

Es evidente que la Medicina está cambiando rápidamente en cuanto a tecnología se refiere. Mariana, ¿ha podido verlo de primera mano en el inicio del curso, en el desarrollo de los primeros trabajos?, ¿cómo aplican los alumnos estas nuevas tecnologías?

M: De momento las prácticas y seminarios que tenemos son de las asignaturas como Anatomía o Bioquímica y aún no nos hemos adentrado mucho en estas nuevas tecnologías, pero espero que los siguientes cursos empecemos a adentrarnos un poquito más. Me gustaría conocer cómo se prepara la UCM para implantar estos avances.

J: Tenemos un en marcha un debate, no ya sobre las herramientas en sí de la nueva tecnología, sino del uso responsable y éticamente útil de las mismas. Pensamos que las nuevas tecnologías son de tremenda utilidad. Tenemos alguna asignatura optativa, estamos planificando un máster... El objetivo no es incorporar las nuevas tecnologías, la herramienta como tal, sino en garantizar un uso responsable de las mismas en Medicina. 



"Mi experiencia de dos años cursando el Grado de Enfermería me ha permitido combinar el cuidado tan estrecho de esta profesión con los pacientes con el conocimiento más amplio de la Medicina"




Mariana, ¿qué recomendaría a un estudiante que está considerando empezar Medicina? Y, decano, ¿qué consejo les daría a quienes están a punto de comenzar este largo pero apasionante camino de la Medicina?

M: Considero que es un poco pronto para dar consejos, pero siento que hay algo esencial para empezar a estudiar Medicina, que es la pasión. Es un camino bastante largo, lleno de dificultades, pero también de muchísimas satisfacciones y, por ello, no hay que estar a merced de esos vaivenes. Simplemente: pasión e ilusión por lo que hacemos, ambas deben ser lo suficientemente sólidas para seguir avanzando y no caer en esos baches.

J: Yo recomendaría a los nuevos estudiantes que no estudien para los exámenes. Que estudien para aprender y que lo disfruten. Yo les pongo este ejemplo con frecuencia a los alumnos recién llegados, y es el libro de Juan Salvador, 'Gaviota'. La metáfora se centra en una gaviota que, mientras todas sus compañeras vuelan para viajar, ella vuela por volar, porque le gusta volar, y perfecciona el vuelo. Las demás dicen que esta es tonta porque no va a ningún sitio, solo está volando. Cuando pasa el tiempo y la gaviota perfecciona el vuelo, va más lejos que ninguna, porque precisamente, su objetivo no era llegar, sino disfrutar el propio vuelo. Trasladado al examen MIR, sería un objetivo erróneo el hacer la carrera pensando en él. Haz la carrera pensando en aprender mucha Medicina y, además, disfrútalo porque es una carrera que tiene muchísimas posibilidades de llenarte y convertirse en una pasión.

El decano asegura que los egresados de Medicina de la UCM tienen una gran aceptación en el extranjero.

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