Ciencia da la espalda al médico de Familia como docente en la Universidad

Los criterios para la evaluación de la actividad investigadora como requisito para ser profesor universitario siguen poniéndole las cosas muy difíciles a la entrada de médicos de Familia como docentes en el pregrado.

La última actualización de los criterios de la Comisión Nacional Evaluadora de la Actividad Invetigadora (Cneai), que han sido publicados este lunes en el Boletín Oficial del Estado (BOE) sigue manteniendo la necesidad de publicar al menos dos artículos en revistas del primer cuartil (en la clasificación JCR) para obtener una evaluación positiva en ciencias biomédicas.

La Cneai es un órgano dependiente del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades. Por tanto, la resolución del BOE es la primera de este órgano (que antes pertenecía al Ministerio de Educación, Cultura y Deporte) con Pedro Duque como responsable último.

Cambio en los criterios de la Aneca

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El médico debe aportar cinco artículos "en revistas de reconocida valía"

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Los médicos de Familia se han quejado que los cambios en los criterios de la Agencia Nacional Española de Acreditación (Aneca) les perjudicaba ya que favorecía al perfil investigador sobre el clínico.

Además, la propia naturaleza de la investigación y las revistas científicas de Medicina de Familia las hace difícil de alcanzar el primer cuartil de impacto.

Para obtener una valoración positiva de su actividad investigadora, el médico debe aportar cinco artículos “en revistas de reconocida valía”, excluyendo casos clínicos, comunicaciones a congresos, cartas al editor y, en resumen, todas aquellas publicaciones “que no aporten contribución original al conocimiento o que no hayan tenido impacto relevante en la comunidad científica”.

Primer o último firmante

Con carácter orientador, la resolución de la Cneai señala que habrán de presentarse al menos dos artículos en revistas del área biomédica incluidas en el primer cuartil según la clasificación JCR Science Editition del año de la publicación.

La resolución es similar a la publicada en 2017, y solo se introduce un cambio para el área biomédica. Se mantiene que a mayor número de autores de un artículo, menor valoración de la aportación, pero se elimina la mención a que el solicitante figure como primer o último firmante, tradicionalmente identificados como líder del estudio o del equipo de investigación.

Con estos criterios es difícil la creación de departamentos de Medicina de Familia en la Universidad que sean integrados, en su mayor parte, por los propios médicos de Familia, tal y como han denunciado diversos representantes de la profesión.