Lograr un 14 para entrar a Medicina se complica con un curso 'a ciegas'

El acceso a Medicina a partir del próximo curso no será como hasta ahora. A la incertidumbre de presentarse a unas pruebas que cuentan con cambios y novedades, las de la Prueba de Acceso a la Universidad (PAU) de 2025, se suma que los actuales estudiantes de bachillerato que tienen la intención de lograr una nota suficiente para entrar al grado de Medicina lo harán 'a ciegas' ya que por ahora no cuentan con un modelo de examen como los que hasta ahora se habituaban a utilizar otros alumnos durante el curso para entrenarse en la futura prueba.


Es habitual que, para preparar adecuadamente las pruebas de acceso a un grado universitario, durante el último curso de bachillerato, los alumnos se 'entrenen' para estos exámenes con modelos de años anteriores y así poder enfrentarse de la forma más fiel posible a lo que será su prueba de junio. Hasta ahora, la EvAU ha sido muy similar en los últimos años y no ha habido problemas pero esta vez, con los cambios que ha incorporado Educación y que entrarán en vigor a partir de 2025, profesores y alumnos no cuentan con una prueba anterior que les sirva como 'guía'.

Dentro de la comunidad educativa, la Acción Para la Mejora de la Enseñanza Secundaria (AMES) reconocieron que se ha establecido un modelo de pruebas de tipo competencial "sin especificar los contenidos a saber, ni los niveles de exigencia a aplicar". Debido a ello, exponen que se aumentará la transversalidad de las preguntas y la diversidad en cada comunidad autónoma. Por otro lado, la Asociación de Profesores de Filosofía de Madrid (APFM) ya criticó que el inicio del curso escolar "vuelve a ser un desastre organizativo y de planificación" ya que siguen sin saber cómo será la prueba PAU que los alumnos realizarán en junio. A través de un comunicado señalaron desconocer el modelo de examen y el temario de la PAU, un hecho que tachan de "problema gravísimo". 

Por el momento, la Comisión Universitaria de Galicia (CiUG) sí ha publicado ejemplos de examen para esta nueva PAU. El organismo señala que todas las materias contarán con una estructura común con cuatro preguntas. La primera será "más competencial y de respuesta única", y las tres restantes tendrán mayor optatividad. Es por ello que algunas materias ya cuentan con borradores en la web de CiUG, algo que beneficia a los futuros alumnos que quieren acceder a Medicina en esta misma comunidad autónoma.

Cambios de la PAU 2025 para Medicina

Los cambios que ya anunció anteriormente el Ministerio de Educación para la nueva PAU, y que entran en vigor en 2025 tras un decreto del Gobierno, son diversos. Por un lado y como ya avanzó este diario, las faltas de ortografía serán penalizadas con hasta un 10 por ciento de la nota. Estos criterios incluirán, entre otros, parámetros que permitan valorar los aspectos como la adecuación a lo solicitado en el enunciado, la coherencia, la cohesión, la corrección gramatical, léxica y ortográfica de los textos producidos, así como su presentación.

Habrá un único modelo de ejercicio para cada materia, y cada uno estará estructurado en diferentes apartados. Si es cierto que, en algunos apartados, se podrá incluir la posibilidad de elegir entre varias preguntas o tareas, pero esta elección "no podrá implicar en ningún caso la disminución del número de competencias específicas objeto de evaluación", por lo que se requerirá estudiar todo el temario. Por otro lado, la duración del examen se mantiene: 90 minutos por cada prueba, con descansos entre ellas de 30 minutos como mínimo.

Una de las novedades más características es que la PAU 2025 contará con tres modelos de respuesta posibles: cerradas (tipo test), semiconstruidas y abiertas. En cada examen, las respuestas semiconstruidas o abiertas representarán como mínimo el 70 por ciento de la puntuación. Los ejercicios requerirán del alumnado "creatividad y capacidad de pensamiento crítico, reflexión y madurez" en la resolución por escrito de una serie de preguntas o tareas adecuadas a las competencias específicas evaluadas. El formato de respuesta deberá garantizar la aplicación de los criterios objetivos de corrección y calificación previamente aprobados. Las preguntas o tareas se contextualizarán en entornos artísticos, científicos, humanísticos y tecnológicos y, preferentemente, "en entornos próximos a la vida del alumnado".