El Royal College of Physicians pide formalizar un nuevo modelo de aprendizaje en Medicina.
La
carrera de Medicina es conocida por ser una de las
más complejas de realizar, debido a la gran cantidad de conocimiento que el estudiante ha de adquirir en muchos
campos distintos. Todas estas presiones académicas han acabado derivando, según el Consejo Médico General (
GMC, por sus siglas en inglés) del Reino Unido, en que los estudiantes estén
perdiendo oportunidades de adquirir
experiencia clínica. Esta realidad está provocando que
uno de cada tres MIR de primer año se sienta
poco preparado a la hora de iniciar su nuevo trabajo.
Para romper esta dinámica, y tal y como se explica en un artículo publicado en la revista
British Medical Journal (
The BMJ), la Oficina del Programa de la Fundación del Reino Unido ha anunciado recientemente que modificará el
plan académico para los estudiantes de Medicina de último año. La finalidad de este cambio de rumbo es que los futuros MIR redirijan su
energía en el aprendizaje médico y no en los exámenes.
Esta situación es la que está atravesando
Justina Cheh Juan, residente de segundo año del
King’s College Hospital. La especialista afirma que, pese a aprobar sus exámenes finales y realizar numerosas presentaciones en conferencias, apenas ha llegado a utilizar
catéteres o sondas nasogástricas durante la carrera de Medicina.
Para poder encauzar el camino hacia el éxito, la especialista exige cambios más allá de
modificar el plan académico. Uno de los puntos marcados en rojo es la necesidad de que el médico tenga la
capacidad de comunicarse empáticamente con un paciente, calmar a un niño y mantener la compostura durante las emergencias. Actualmente y según Cheh, estas habilidades no se enseñan bien ni a través del plan de estudios existente ni en los exámenes.
De observador pasivo a involucrarse en las intervenciones
Otra de las críticas que la especialista realiza es que los residentes han de dejar de ser meros
observadores pasivos cuando participan en alguna operación o intervención, además de que sus supervisores deben asegurarse que el tiempo invertido en las salas genere interés por aprender.
Una de las soluciones defendidas por la especialista es seguir impulsando una medida que la
Escuela de Medicina del University College London realizó durante la
pandemia de coronavirus. A lo largo de ese periodo, se realizaron menos rotaciones, permitiendo una integración más profunda en los
equipos clínicos por parte de los MIR. Los resultados de esta prueba evidenciaron que la enseñanza aumentó la confianza de los estudiantes múltiples en áreas de la práctica clínica.
El modelo de Ecuador en el último año de Medicina
Una de las primeras instituciones que ha dado un paso al frente para romper esta dinámica es el
Royal College of Physicians, recomendando a gobiernos y a las
escuelas de Medicina formalizar un nuevo modelo de aprendizaje de último año para los estudiantes.
Otro camino destacado por la especialista es el modelo que siguen los estudiantes de último año en
Ecuador, que aprenden mientras
trabajan como internos, recibiendo una paga del gobierno. Hasta que esta situación no cambie, Cheh afirma que los estudiantes del Reino Unido seguirán perdiendo la oportunidad de tener experiencias clínicas significativas.
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