Javier Martín y María Suarez, estudiantes de Medicina.
Sentir temor a padecer algún tipo de enfermedad se encuentra entre los miedos más habituales del ser humano. A pesar de ser algo común, hay personas que lo llevan hasta el extremo: son las
personas hipocondriacas, quienes buscan constantemente causas a unas enfermedades que, muchas veces, no albergan en su organismo. Pero esto no solo ocurre en pacientes, sino también entre los
alumnos de Medicina, quienes tras estudiar las distintitas patologías y verlas durante las prácticas en el hospital, pueden llegar a nublar su juicio y acabar
autodiagnosticándose erróneamente.
“Ser hipocondriaco es algo que veo mucho entre los estudiantes de Medicina", ha reconocido
Javier Martín, alumno de quinto curso de la Universidad Autónoma de Madrid (
UAM). Según ha afirmado, el tener tantos conocimientos sobre patologías y poder reconocer sus señales a veces puede jugar malas pasadas.
“La hipocondría es muy diferente cuando
estudias Medicina que cuando no. Esto yo lo veo con mis amigos. Ellos están con un dolor durante dos meses y ya es cuando se empiezan a preocupar. En cambio, los que cursamos esta carrera y notamos un dolor tras tres días, ya pensamos en que algo no va bien. Sí que es cierto que intento razonarlo, pero a veces es inevitable”, se ha sincerado.
Para poner un ejemplo de cómo él fue
víctima una vez de la hipocondría, Martín ha detallado a
Redacción Médica la vez que estuvo haciendo un ejercicio en el gimnasio con pesas, y al dejarlas en el suelo sintió un dolor “terrorífico” en la cabeza. “Lo primero que pensé fue en una
hemorragia. No perdí la conciencia ni nada, pero me vine a Urgencias. Me hicieron un
escáner y al final no fue nada, gracias a dios”, ha subrayado.
Hipocondría tras las clases de Medicina
Un pensamiento similar es el que tiene
María Suarez, también estudiante de la UAM. Según ha reconocido a este periódico, ese miedo a padecer algún tipo de enfermedad le ocurre de forma frecuente en su vida. “Es salir de una clase y ya estoy diagnosticada”, ha afirmado.
Como Martín, esta estudiante también ha querido narrar un ejemplo claro sobre cómo vive ella su hipocondría. De esta forma, ha relatado que cuando le pusieron la vacuna para el
coronavirus le apareció un
ganglio en el lado izquierdo, que se inflama mucho cuando una persona padece
cáncer de estómago. “Pues bueno, yo creía que tenía esta patología y estaba nerviosísima. Al final fue mi madre la que me dijo que sería a causa de la vacuna y así fue”, ha indicado avergonzada.
Hipocondría entre estudiantes de Medicina
A pesar de tener estos sentimientos, Suarez reconoce que es necesario tener una perspectiva real y
no sucumbir al miedo. “En el hospital estamos
muy sesgados. Vemos casos únicos y en las peores condiciones y al final eso influye. Yo sé que acabaré la carrera y seguiré llamando a mi madre creyendo que tengo alguna enfermedad grave para que sea ella la que me diga que no la tengo”, ha deslizado.
Para evitar que este miedo a padecer alguna enfermedad se apodere de la mente de los estudiantes de Medicina, los dos entrevistados han coincidido en un mismo punto:
pararse a pensar sobre los síntomas que uno presenta y si verdaderamente tienen alguna relación con la patología que temen. De hecho, ellos mismos reconocen que tras un
periodo de reflexión, esos pensamientos
desaparecen.
Si esto no es suficiente y el
hipocondriaco decide visitar a un médico, han recomendado dejar “en sus manos” el diagnóstico. “Por mucha Medicina que sepas tú, tienes que delegarlo a ellos. Al final, nosotros todavía no somos profesionales y tenemos que evitar pensar si nos lo habrá diagnosticado bien o no. Es una persona que, seguramente, lo lleve haciendo toda la vida y nos tenemos que
quedar tranquilos con lo que nos dice”, han concluido.
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