El goteo de alumnos de Medicina, un 'mareo' para las aulas: "Es estresante"

Nuevo curso de Medicina, uno de los grados universitarios con mayor demanda, y se encadenan las asignaciones para acceder a estos estudios por la movilidad de alumnos. El año pasado, del total de 35 universidades públicas de España que imparten esta carrera tan solo la Universitat de Lleida (UdL) reconoció haber perdido alumnos. La decana de la Facultat de Medicina, Anna Casanovas, señaló que se marcharon tres estudiantes en noviembre, unas plazas que ya no se volvieron a ocupar.

La única medida que ha tomado la UdL ante esta situación es acordar una fecha de cierre de asignaciones para las facultades catalanas, el 30 de octubre. Sin embargo, la experiencia de Casanovas es que "todos los años hay movimiento de estudiantes hasta la primera semana de diciembre, lo que hace que tengamos que rehacer grupos de actividad y seminarios hasta que acabe. Es estresante para el profesorado".

El coordinador del Grau de Medicina de la UdL y profesor de Genética en primer curso, Ricard López, coincide con Casanovas porque el vaivén es continúo al inicio del curso. "Haces las prácticas, te desaparecen alumnos y te aparecen otros, y te genera estrés", explica a Redacción Médica. "La clase la haces igualmente y te sabe mal porque los alumnos no se lo merecen. Tienen el premio de hacer Medicina, aunque entren en la décima asignación, estudian lo que querían", agrega.

Esfuerzo extra de los alumnos

La Universitat de Lleida ofrece cada año 132 plazas de nuevo ingreso en Medicina y esta vez aceptó el ingreso de más de 150 alumnos en el inicio, ya con la previsión de que no todos se presentarían y se produciría un trasvase de estudiantes de Medicina hacia otras universidades. "Hay alumnos que cogen la plaza, se matriculan y saben que si se han quedado muy cerca de la nota de corte de la universidad que tenían como primera opción, esta baja tras la primera asignación", detalla López.

De esta forma, a medida que van avanzando las asignaciones, la nota de corte oscila entre la puntuación de la primera asignación y la última, que el docente estima en una media de 0,2 décimas de diferencia. "Cada vez que se mueve una plaza de nuevo ingreso en Medicina en España, tiene efecto en todas las universidades", apunta.

Cada vez que un nuevo estudiante se incorpora a la clase se revisan los grupos de prácticas, que suelen ser obligatorias. Puede que el alumno provenga de una universidad en que haya parte de temario común y puede que no, por lo que en este caso desde el centro se busca la manera para que el estudiante pueda recuperar las prácticas no realizadas. "Llegan con esta desventaja", pero aterrizan "con muchas ganas y se espabilan para estar al día", según el coordinador del grado.

Habitualmente, el movimiento se genera por los estudiantes que primero llegan a una universidad lejos de su ciudad, por lo que cuando se abre una oportunidad intentan volver a su lugar de origen. "Las asignaciones conllevan mucho trabajo, estrés para el equipo y un baile administrativo importante en todas las universidades", remarca López, ya que la gestión es compleja y se deben verificar matrículas y, tras cambiar de facultad, anular y devolver el importe.

Por todo ello, tanto López como Casanovas son partidarios de pactar una fecha límite para todas las universidades, para que así no haya facultades que les quiten alumnos a otras. "No puede ser que se llame a un estudiante en Navidad, cuando el primer cuatrimestre está a punto de terminar", expone López. Por su parte, la decana sostiene que priorizan la "calidad a la cantidad de estudiantes", a pesar del contexto de falta de médicos, porque "no podemos tensar el sistema sanitario y la universidad". Por la sobrestimación que realizan las facultades a inicio de curso, en ocasiones las universidades acaban inscribiendo a un número superior de estudiantes que plazas ofertadas.