Gregorio Viedma, de 24 años, está cumpliendo su "sueño" en la Universidad de Granada: "No puedo estar más feliz"

Gregorio Viedma, estudiante de cuarto año de Medicina.
Gregorio Viedma, estudiante de cuarto año de Medicina.


6 sept. 2024 7:00H
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Gregorio Viedma, de 24 años, siempre ha querido estudiar Medicina pero, a lo largo de su vida, se ha encontrado con numerosos baches en el camino que ha ido sorteando hasta cumplir su objetivo. El futuro médico, que tiene TDAH y sufrió acoso en el pasado, se encuentra en el cuarto curso en la Universidad de Granada.

Viedma ha contado a Redacción Médica que todo fue bien durante su infancia hasta que llegó al instituto. "Lo que en Primaria era niño sumamente imaginativo aquí pasó a ser un problema. Me diagnosticaron TDAH pero mis calificaciones se mantuvieron estables".

"En Primero de la E.S.O. me cambiaron de clase sin pretexto alguno separándome así de mis dos mejores amigos, me vi solo, con un trastorno que no comprendía y en un entorno extraño, mis creaciones y divagaciones se convirtieron en una molestia, por aquel entonces pesaba alrededor de 42 kilos y media 1,75 metros, es decir, estaba muy delgado, esto sumado a mi timidez hizo que fuese objeto de burlas y maltratos constantes, durante años mis propios compañeros hicieron de mi vida un completo infierno", ha explicado el estudiante de Medicina.


Pidió ayuda a sus profesores


Viedma ha confesado que pidió ayuda al personal docente pero ellos le dieron la espalda. "En mi caso, estos no hicieron más que empeorar la situación. Mis profesores pusieron el punto de mira sobre mí, y no era porque molestase en clase o armase jaleo sino porque no les prestaba la suficiente atención que ellos consideraban necesaria y, aun así, conseguía mantener mis notas".

La reacción del equipo docente del centro educativo fue llamar a la madre de Gregorio Viedma, que confirmó a los profesores el diagnóstico de TDAH. Los empleados del instituto decidieron, ante esta afirmación, realizarle un test para determinar que tanto el alumno como su progenitora estaban en lo cierto y el resultado fue claro aunque "las pruebas les parecieron insuficientes e hicieron como si llevasen tapones en los oídos", según ha contado el estudiante de cuarto de Medicina.

"De entre todos los maestros que no realizaron bien su trabajo se encontraban dos que fueron especialmente crueles conmigo. Durante las clases, aparte de no mediar el acoso escolar al que estaba sometido, me dejaban en evidencia y espetaban públicamente que no llegaría a hacer nada con mi vida", ha indicado Viedma, que en ese momento había perdido la confianza en sí mismo y las palabras de sus profesores no ayudaron a que la recuperase.

Las asignaturas que antes le gustaban dejaron de interesarle y el simple hecho de acudir al instituto se convirtió en una carga difícil de soportar. "Cada día tenía que lidiar con los demás alumnos y los tutores, tenía miedo de asistir a las clases y fingía estar enfermo", ha explicado el futuro médico.


"Tenía miedo de asistir a las clases y fingía estar enfermo"



Cambio de instituto por culpa del acoso


A raíz de esta situación, Viedma habló con su madre y logró convencerla para cambiarle de centro. "Tras años de insultos y humillaciones, me marché, pero el daño ya estaba hecho. Mi autoestima se encontraba derruida, me había convencido de que no servía para estudiar lo que quería y decidí entrar en el Bachillerato de Sociales, ya que consideré que este sería mucho más sencillo".

En el nuevo instituto, el alumno de la Universidad de Granada logró sacarse el título de Bachillerato a pesar de que los profesores de su antiguo centro educativo no confiaran en que llegaría a superar esta etapa. Fue en el año 2018 cuando se graduó.

A pesar de este logro, la situación de Viedma seguía siendo delicada y complicada. "Durante los años de preparación de la EvAU no podía parar de pensar en que todo había sido culpa mía, tuve pesadillas durante años, mi salud mental se fue deteriorando poco a poco. Pensé que si me purgaba de alguna manera aquella situación no volvería a repetirse. Durante una noche de San Juan, entre copas, barullo y la arena de la playa me di cuenta de que no le veía sentido a nada, sin querer había echado a perder el poco amor propio que me quedaba, simplemente me había rendido", ha contado.

El año siguiente, Viedma estuvo visitando a una psicóloga que le recomendó mantenerse ocupado y tomó la decisión de acceder "a una escuela de dirección cinematográfica" y, para buscar trabajo, hizo "varios cursos de socorrismo". "Fue aquí donde me reconcilié con las ciencias biosanitarias. Pasó la temporada y me enamoré de esta rama", ha confesado.


"Tuve pesadillas durante años, mi salud mental se fue deteriorando poco a poco"



Una FP para dar el salto a Medicina


Viedma estuvo trabajando para reunir el dinero suficiente que le permitiese estudiar el Grado Superior de Técnico Superior de Imagen para el Diagnóstico y Medicina Nuclear. "Entendí que debía darme una última oportunidad. Mi expediente fue impecable, obtenía sobresalientes en todas las materias, mis tutores lograron sacar todo mi potencial. Por fin me sentía motivado y capaz hasta el punto de obtener la matrícula de honor de la promoción".

Posteriormente, el sanitario completó las asignaturas necesarias de la EvAU para dar el salto a Medicina, que siempre ha sido la carrera de sus "sueños". Finalmente, logró su objetivo, obtuvo una nota superior a la de corte y entró en la Universidad de Granada, en la que actualmente estudia cuarto.

Ahora, tras varios años en la facultad, tiene claras las dos especialidades en las que quiere formarse cuando termine esta parte teórica. "Quiero invertir mi energía e ilusión en ayudar a los demás, me gustaría ser cirujano o médico de Interna".

"He sido capaz de lograr mi sueño, no puedo estar más feliz, esta facultad es maravillosa y, sus alumnos, excelentes compañeros, por lo tanto mi mensaje es este: no dejes que los demás marquen tus límites, la única frontera existente es la que tú mismo te impones, rodéate de personas que sepan lo que vales, quiérete lo suficiente y serás capaz de cualquier cosa", ha sentenciado el estudiante de Medicina.
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