Cuando la vía para hacer Medicina es irse de España: "Estoy muy orgullosa"

Llegar a bachillerato con dudas sobre el futuro profesional puede jugar a veces una mala pasada. Es lo que pudo pensar Ana María López cuando vio que su nota no era suficiente para entrar a Medicina, pero si reflexiona ahora sobre todo lo que ha logrado desde entonces se podría decir que tuvo incluso un golpe de suerte. Esta cordobesa tenía claro que quería trabajar en algo que mejorase el bienestar de los demás y estuviera en contacto con la gente, pero no se decidió por Medicina hasta el último minuto. Confiada por sus calificaciones altas y la referencia de la nota de corte de años anteriores, solo optó por varias universidades de Andalucía y no consiguió entrar a Medicina. 

Al final, López entró en su segunda opción: Psicología. Una carrera que define como "preciosa y con amplio abanico de oportunidades laborales" pero con un plan de estudios "excesivamente teórico sin un plan formativo práctico en un contexto real". No obstante, tras terminar ese año académico, volvió a presentarse a la EBAU sin llegar a conseguir la nota suficiente para hacer Medicina y accedió a Odontología. "Pensé que podría gustarme y que a unas malas podría convalidar más asignaturas después. Sin embargo, no me vi trabajando en un futuro como dentista, así que cuando acabé el año volví a Psicología", explica a Redacción Médica.

Cinco EBAU para entrar a Medicina 

No lo hizo al uso, si no que decidió matricularse en más créditos para poder terminar la carrera en dos años, en vez de tres con el objetivo de "no perder más tiempo". Sin embargo, como en el cuarto año se debe acceder con todos los créditos aprobados para poder realizar las prácticas tuvo que esperar igualmente unos meses más de los que había pensado en un primer momento. Además, se matriculó en un Master de Neuropsicología Clínica que le sirvió para reforzar aún más su idea original de carrera y le hizo repetir Selectividad hasta en cinco ocasiones. 

No fue el único, tras graduarse también tuvo la posibilidad de realizar un Máster en Investigación médica en la Universidad de Sevilla y un Máster en Neuropsicofarmacología Traslacional en la Universidad de Elche para "complementar" su formación académica y que le permitieron acercarse a la investigación. "Pasé muchas horas en el laboratorio gracias a una beca", detalla, y además llegó a realizar una publicación en el International Journal of Molecular Sciences. 

Vías de acceso para entrar a Medicina

Aunque su intención era acceder al Grado con la nota de uno de estos máster, exploró una nueva vía de acceso: el traslado de expediente desde el extranjero. "La verdad es que encontré la solución en un blog de Internet en el que detallaban la vida de los estudiantes en la Universidad de Medicina y Farmacia "Iuliu Hațieganu" de Cluj-Napoca", explica. "Su precio es muy competitivo comparado con otras universidades europeas y con la privada en España". 

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"No fue fácil tomar la decisión de estudiar Medicina fuera de España, de hecho me parecía una locura"

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"No fue fácil tomar la decisión, de hecho me pareció una locura. Pero bueno, al final solicité la admisión y aunque la idea era solo hacer un año de la carrera allí y pedir el traslado de expediente, la completé básicamente por la gran cantidad de formación práctica que ofrecen, representa la mitad de los créditos", detalla. 

Los estudiantes pueden elegir dar las clases teóricas en inglés, francés y rumano, pero ya desde tercero se realizan prácticas hospitalarias por lo que es necesario saber el idioma local para comunicarse con los pacientes. Durante los tres primeros cursos, la universidad ofrece clases para llegar a alcanzar el nivel B2. "Además en verano tienen un programa de prácticas obligatorias que puedes hacer en Rumanía o en países donde la universidad tenga convenio", explica López incidiendo en que este fue uno de los motivos de peso que le hicieron quedarse allí. 

Respecto a la sanidad rumana, cuyo sistema sanitario también es público, resalta como curiosidad su organización: "Los hospitales se organizan por especialidades, por ejemplo está el Complejo de Enfermedades Infecciosas, el Hospital Pediátrico, el Instituto de Cardiología... etc", apunta.

Hacer el MIR en Italia 

"Estudiar Medicina fuera de España me ha abierto la mente hacia una carrera internacional. Además de inglés y rumano, hablo italiano y tengo unas nociones básicas de alemán. He considerado ejercer en Inglaterra, Suiza, Alemania e Italia, mientras que si me hubiera quedado en España pues seguramente solo me hubiera formado aquí y no tendría intención de volver", reflexiona López. De hecho, aunque no descarta la idea de volver a su país de origen en alguna ocasión -como la opción de hacer parte de la residencia-, hace unos meses se presentó al examen de acceso al 'MIR italiano' -Scuola di specializzazione medica- y de las alrededor de 14.000 personas que lo realizaron, ha obtenido el número de orden 273.

Tras meditarlo y dudar entre Ginecología, Cardio y Medicina Interna, ya que busca un equilibrio entre la clínica, la intervención y la calidad de vida, López se ha decantado por Cardiología en Bolonia. A diferencia de España, en Italia el residente se matrícula en la universidad y rota por varios hospitales. "En mi caso es la Alma Mater Studiorum - Università di Bologna, y hay una red formativa, es decir, distintos hospitales donde tengo que hacer rotaciones durante la residencia. Pero la mayor parte de la residencia la pasaré en el Hospital Policlínico Sant'Orsola", explica. 

"Estoy super orgullosa de todas las decisiones atípicas que he tomado y de haber salido de mi zona de confort", reconoce Ana López y no duda en dejar un consejo para aquellos estudiantes que se encuentren en una situación similar: "Arriesga todo por cumplir tu sueño, nunca es demasiado tarde. No entrar a la primera, la media de la universidad ni el número de orden del MIR te va a definir como profesional".