Esta profesional detalla todo su periplo formativo hasta que encontró su verdadera vocación: dedicarse a la Enfermería

Una enfermera cuenta como siempre persiguió el sueño de hacer Medicina pero, cuando lo alcanzó, no le gustó y se dedicó a la Enfermería.
Cristina López, residente de primer año de Geriatría.


8 jul. 2024 14:20H
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Cuando desde niño quieres dedicarte a una profesión porque es tu sueño, luchas durante años por conseguirlo y cuando alcanzas esa meta te das cuenta de que no era lo que esperabas y que lo habías idealizado, todos los esquemas mentales y proyecciones de futuro se tambalean. Esto es lo que le ocurrió a Cristina López, una enfermera que tenía claro, desde bien pequeña, que quería convertirse en médica para ayudar a las personas. Pero nada más lejos de la realidad, y es que cuando empezó su formación académica no tardó en darse cuenta de que se había equivocado y la abandonó, ya que “no se sentía en su sitio”. Y en cambio, encontró lo que siempre había buscado en Enfermería.

López quería hacer Medicina, en parte, porque viene de una familia donde hay médicos y la idea de seguir sus pasos era muy tentadora. Para conseguirlo, hizo la Selectividad, pero no sacó la suficiente nota para entrar en la carrera. Aún así, no quería volver a hacer la EvAU y tomó la decisión de ingresar en Enfermería, aunque la idea de convertirse en médica en ningún momento se marchó de su mente.

“Yo seguía empeñada en hacer Medicina y empecé a escribir a universidades extranjeras porque no quería repetir la Selectividad, ya que le cogí como fobia. Entonces, busqué otras opciones fuera de España”, ha subrayado.

Mientras intentaba conseguir que alguna universidad le aceptara, iba a clase de Enfermería "sin ganas", ya que sentía que su plan desde pequeña "había fallado" y se encontraba "frustrada" por ello."La verdad es que no le di una oportunidad. Iba solo por ir y pensaba constantemente en Medicina. Solo hice el primer cuatrimestre", ha reconocido.

En poco tiempo, una universidad de Argentina que tenía convenio con España aceptó su solicitud para formarse como médica y, emocionada y con ganas de ‘comerse el mundo’ hizo la maleta y voló. “Hice el primer año en la Universidad Nacional del Comahue, en Neuquén, y conocí allí a muchas personas que se convirtieron en amigos y todo muy bien”, ha reconocido. Pero, a pesar de ello, algo le ocurría porque ella no se sentía bien allí y no estaba “contenta”. “Hablé con mis padres y les dije que me quería volver, y así lo hice. No hay un motivo, solo que no me sentía en mi sitio. Quizás si la hubiese cursado en España con la comodidad de estar aquí hubiese sido diferente. Puede ser que el hecho de estar lejos de mi casa influyera. Entonces, cuando hice un balance de mi situación personal, decidí abandonar la facultad”, ha afirmado.

Volver a entrar en Enfermería tras el 'batacazo' con Medicina


Cuando tomó esta decisión, toda esa idea de querer convertirse en médica desde niña y la vocación que sentía desaparecieron. Esto le llevó a sentir un gran “vacío” en su interior. “Pensaba: ostras, he probado lo que quería con tantas ganas y al final no me ha gustado”, ha recordado. Ante esta situación, necesitaba parar y poner orden en su vida. Llamó a una amiga que estaba trabajando en Reino Unido de camarera para viajar hasta allí y aclararse. “Estuve en Oxford durante 7 meses limpiando y de camarera. En ese tiempo me aclaré un poco y pensé en volver a hacer Enfermería. Pero esta vez, por decisión propia, no porque estuviese obligada a hacerla”, ha afirmado.

Lo que López tenía seguro es que quería dedicarse a algo relacionado con el campo de la sanidad, y convertirse en enfermera cada vez cogía más importancia entre sus opciones. Convencida de que ahora estudiar este Grado sería diferente, tuvo que presentarse de nuevo a la EvAU, ya que le había caducado la parte específica, y consiguió sacar la nota de corte necesaria para entrar en la carrera. “La hice con la mente abierta y me gustó. Me aclaré del todo y sentía que me quería quedar aquí y que no quería dedicarme a otra profesión”, se ha sincerado.

Hacer Enfermería en Reino Unido


Tras llegar a cuarto, como había aprendido inglés durante los meses en Reino Unido, se fue de Erasmus a un hospital de Londres, donde estuvo un año. Le gustó el país, ya que había una amplia oferta laboral y acordó con una empresa un contrato una vez terminara sus estudios. Pero llegó el covid, tuvo que volverse a España y, como había mucho trabajo, aplazó Inglaterra, terminó la carrera y la contrataron.

“Cuando la cosa empezó a mejorar, comenzaron a rescindir los contratos covid y entonces me planteé marcharme a Noruega para encontrar una estabilidad. Como soy una persona que se mueve mucho, contacté con una empresa que me ayudó a aprender noruego y, tras cinco meses de estudio, me saqué el B1 y volé hasta allí”, ha explicado.

Migrar a Noruega para ejercer como enfermera


Su estancia en Noruega no estuvo mal. Según afirma a este periódico, tenía “muchas” cosas buenas, como por ejemplo las condiciones laborales, el sueldo o la ratio enfermera-paciente. “Todo eso fenomenal”, reconoce. Pero lo que le desanimaba era el clima. Y es que en este país las noches son muy largas y la oscuridad fue algo que le afectó “bastante”. “Entonces me planteé si realmente me quería quedar aquí a largo plazo y empecé a pensar en volver a España. Pero yo no quería regresar con las manos vacías, y consideré hacer el EIR para conseguir dos años de contrato estable”, ha subrayado.


"En Noruega me desanimaba mucho el clima. Entonces me planteé volver a España. Pero no quería regresar con las manos vacías, y consideré hacer el EIR"



Tras tomar esta decisión, se preparó el examen, lo aprobó y consiguió su plaza en Geriatría en un hospital de Madrid. Actualmente se encuentra en el primer año de residencia y está feliz. Sobre sus siguientes pasos, esta enfermera reconoce que todavía no sabe qué va a hacer y el futuro es incierto, pero su idea es acabar la formación, conseguir estabilidad, formarse mejor y ya “irá viendo”.

Aunque lo más habitual es conocer las historias de personas que han entrado primero a Enfermería, o a una FP de Grado Superior para, posteriormente, hacer Medicina. También están los casos que son al contrario. En este sentido, López ha querido dejar claro que, lo más importante para ella es “no conformarse” con hacer algo por hacer, sino explorar todas tus opciones hasta que te encuentres con ello que te apasiona y te hace sentir bien. “No todos los caminos tienen que ser iguales”, ha concluido.
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