Comprobamos qué diferencias hay entre un estudiante de la pública y otro de la privada en Medicina.
Cada mañana, Aarón invierte una hora repartida entre autobús y metro para llegar a la
Universidad Autónoma de Madrid (UAM), donde lleva tres cursos estudiando
Medicina. Una vez que sale de allí dedica parte de su tiempo libre a impartir clases particulares y recaudar
algo de dinero que le ayude con los gastos de la carrera. El caso de Noemí es bastante parecido: compañera de curso y de facultad de Aarón
asume por su cuenta y riesgo todos los gastos económicos que requieren la universidad y el alojamiento con su trabajo, al que solo puede dedicar los fines de semana.
Alumnos de las universidades Autónoma de Madrid y CEU San Pablo.
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La situación de Diego, no obstante, es algo distinta. Tarda media hora desde su
piso de alquiler hasta
el campus de la Universidad CEU San Pablo, ubicado a las afueras de Madrid. Cuando termina las clases, aprovecha todo el tiempo que puede en la
biblioteca para estudiar y completar sus apuntes o para regresar a su
Guadalajara natal con su familia, por lo que
no compagina sus estudios con ningún trabajo externo.
Precio de la matrícula en Medicina, pública vs. privada
Aunque todos ellos estudien Medicina lo hacen en facultades muy distintas: Para Noemí y Aarón
la matrícula anual ronda los 1.200 euros, mientras que en el caso de Diego,
la cifra a costear cada curso asciende hasta los 22.000 euros. En los pasillos de la UAM hemos podido hablar con varios alumnos que optan a una
beca por nivel de renta o a reducción del importe a pagar por
familia numerosa. El centro privado, por su parte, también ofrece a algunos estudiantes la opción de costear sus estudios en función de su nota, aunque la indemnización puede variar si desciende la media durante el curso.
Santiago se 'desmarca' de los estereotipos. El ahora
opositor MIR ya se ha graduado en la CEU San Pablo, y para asumir la cuantía de la matrícula ha trabajado durante sus seis años de carrera como
becario en la propia facultad y ha impartido clases particulares de manera externa. Todo ello con el fin de satisfacer una
vocación que en su caso no viene ‘de serie’, si no que se trata de un deseo personal forjado con los años. Con tantos frentes abiertos, el joven hace retrospectiva y asegura que fue capaz de conciliar y "vivir una vida bastante normal, dentro de lo que cabe".
En el otro extremo de la balanza está el caso de Alejandro, matriculado en la universidad pública. Recuerda ir desde pequeño con su padre al hospital y ver de primera mano su día a día como facultativo. Es por ello que, a la hora de elegir una dirección hacia la que orientar su futuro, no dudó en optar por Medicina. No obstante, dado que no es de Madrid,
su familia asume cada mes un gasto de 1.200 euros para su residencia universitaria, a la que llega en 20 minutos andando desde el campus. “Opté por una residencia en la que esté cómodo, porque con esta carrera son muchas horas las que pasas en la habitación, y quería algo que estuviera bien", asegura.
Diferencias entre estudiantes de Medicina por universidad
En definitiva, el contraste entre los matriculados en cada una de estas facultades no es, ni mucho menos, tan evidente como pueda parecer. Y es que los estudiantes de esta titulación
se caracterizan muchas veces por un nivel socioeconómico alto, independientemente de la universidad que elijan para formarse
. La línea entre el estudiante de una entidad pública y el de una privada es, en algunos casos, algo difusa entre los futuros médicos.
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