Miguel Marcos, catedrático de la Universidad de Salamanca y médico internista en el Hospital Universitario de Salamanca.
Uno de las principales habilidades que adquieren los
estudiantes de Medicina en sus años de carrera es la de
aprender a redactar historias clínicas. Para ganar agilidad y dominar a la perfección
cómo corregirlas y tener una historia clínica perfecta, el catedrático de la Universidad de Salamanca y médico internista en el Hospital Universitario de Salamanca,
Miguel Marcos, ha puesto en marcha una
herramienta basada en inteligencia artificial que permitirá a los estudiantes de Medicina corregir detalladamente cada apartado de sus historias clínicas. Pero, ¿puede esto provocar que los futuros médicos especialistas o residentes sean más 'vagos' o influenciables?
Este
'tutor académico' con IA consiste en una
aplicación interna dentro de ChatGPT y que aprovecha la "usabilidad" de la IA para
ayudar a los alumnos de Medicina con la revisión de sus historias clínicas. "A esta aplicación se ha subido toda la información sobre cómo se hace una historia clínica, la información que les damos a los estudiantes de segundo curso, precisamente, sobre fundamentos de Medicina, y con eso, cuando el estudiante sube una historia clínica, el propio ChatGPT es capaz de corregirle; en base a las plantillas, modelos e información que yo le he facilitado", señala Marcos a
Redacción Médica.
Para Marcos,
esta IA no va a hacer "más influenciables" a los futuros médicos, debido, principalmente, a que se trata de una aplicación que corrige historias clínicas, y no las elabora desde cero: "
El que se quiera inventar la historia clínica no necesita esto, no es un peligro de esta aplicación". No obstante, reconoce que el hecho de las
herramientas de inteligencia artificial afecten a la capacidad de razonamiento propio del médico, es "uno de los grandes problemas potenciales" a los que se enfrenta la sanidad en su conjunto con la IA en todos sus usos, y también en el ámbito educativo.
Por ello, reconoce que el reto principal es
"ajustar" la evaluación para poder saber si las competencias las ha adquirido el estudiante por su cuenta o son las competencias que tiene la propia IA. "Pero esto es un reto global al que nos enfrentamos con la inteligencia artificial en todos los campos, no es un problema específico de este GPT que yo he desarrollado".
Beneficios en el futuro de la historia clínica médica
La aplicación, a pesar de estar diseñada para los alumnos de segundo curso de Medicina de la USAL,
se puede aplicar "perfectamente" a cualquier historia clínica que haga un residente o adjunto. De hecho, Marcos no descarta que, en un futuro, en las historias clínicas que se preparen en la asistencia, se emplee algún sistema parecido a este o que incluso la propia IA se lo pregunte al paciente: "En un futuro, probablemente
el paciente ya pueda comunicarse con un chatbot y haya muchos datos que estén recogidos y que solo tengan que ser validarlos".
Y es que, para Marcos,
el progreso en Medicina "está aquí". Por ello, recomienda emplear las herramientas nuevas y tratar de usarlas "lo mejor posible". Es por esto que ha decidido abrir la aplicación a todos los usuarios de modo que
puedan aprovecharlo, por ejemplo, más facultades de Medicina, y presenta este proyecto en el congreso de la
Sociedad Española de Educación Médica (Sedem 2024) celebrado en Bilbao. "Hay que hablar de esto, generar interés sobre el tema, porque me parece que es un campo en el que lo que aportemos cada uno suma y juntos podremos hacer más", concreta.
¿Cómo corregir historias clínicas con IA?
La herramienta diseñada por Marcos corrige, por ejemplo, preguntas que no se han llevado a cabo y deben hacerse en el anamnesis. Por ejemplo, en un determinado caso,
si el alumno ha preguntado si el paciente fuma, pero no le ha indicado cuántos paquetes consume, o si le ha preguntado si tiene disnea, pero no si tiene ortopnea asociada: "Con ello,
el estudiante puede obtener una retroalimentación bastante detallada que le puede pedir profundizar en algunos aspectos".
Además, el catedrático señala que disponen de la "ventaja" de que ChartGPT ya tiene mucha información, de modo que es posible canalizar y organizar cómo va a responder a los estudiantes. Y
lo hace de una forma "personalizada" y detallada para cada alumno y para cada historia clínica.
Dentro de las principales problemáticas en cuanto al desarrollo de las historias clínicas por parte de los alumnos de Medicina que le han llevado a preparar esta aplicación, asume que, debido a la situación, "común" a todas las facultades de Medicina, de un
"elevado número de estudiantes" y un reducido número de profesores, ChatGPT puede ofrecer un "extra". "Lógicamente, los estudiantes tienen que revisar las historias con el tutor clínico que tengan asignados, pero si ellos le dan una vuelta antes con esta IA, lo que le van a presentar al tutor clínico estará más avanzado y este va a poder centrarse más en aspectos más complejos, de más dificultad en los que ChatGPT no va a poder ayudarle al estudiante", concluye.
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