Florentino Pérez Raya, presidente del CGE y Maribel Moya, vicepresidenta de la OMC.
El Ministerio de Universidades busca lograr la
paridad dentro de los grados universitarios. Para ello desde el Ejecutivo buscan trabajar junto a las comunidades autónomas y la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE) para "incentivar las matriculaciones" en grados cuando se quiera
"motivar la presencia masculina o femenina" para reducir la brecha de género que se da en algunas carreras.
Esta medida puede
afectar de manera profunda a grados sanitarios como Enfermería, donde más del 80 por ciento de estudiantes son mujeres, o Medicina, donde la presencia femenina por lo general rebosa el 70 por ciento.
María Isabel Moya, vicepresidenta primera de la Organización Médica Colegial (OMC), comenta que desde la organización consideran que esta medida es "intervencionista" y que "genera más ruido que otra cosa". De esta manera, la vicepresidenta comenta que "no se puede
generalizar la situación de género en las disciplinar profesionales" y además que no se puede ser "simplista" a la hora de proponer una medida como esta.
"La profesión médica no tiene ningún problema respecto al acceso al grado de Medicina", afirma y recuerda que "en el año 2000 la medicina estaba protagonizada por mujeres" y que
el proceso de feminización de esta profesión "ha sido natural". Así, asegura que la segregación de género "no es buena ni mala" si está motivada por meritocracia, libertad de elección y vocación" y siempre que haya una igualdad de condiciones para ambos géneros".
"La feminización de Medicina ha ocurrido de manera natural"
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"Carece de importancia que Medicina tenga un 70 por ciento de mujeres e Ingeniería un 70 por ciento de hombres", dice y admite que "se deben
dejar de estereotipar que las disciplinas de ciencias son para hombres y las de letras para mujeres". "En Medicina somos un ejemplo a replicar, nuestra feminización ha ocurrido sin necesidad de una medida intervencionista", recuerda.
Así, defiende que hay que
impulsar más medidas para la conciliación y para corregir los sesgos en puestos de liderazgo. "Es importante conseguir la igualdad de oportunidades, pero una medida como la propuesta por el Gobierno no es necesaria", concluye.
Valoración positiva desde Enfermería
Por su parte, Florentino Pérez Raya, presidente del Consejo General de Enfermería, valora de manera positiva la propuesta. “Me parece una buena medida incentivar que los grados universitarios sean más equilibrados en cuanto a género, la igualdad en todos los ámbitos es positiva”, asegura el presidente.
Asimismo, comenta que “un mayor equilibrio en la proporción de las diferentes profesiones puede
ayudar a avanzar y evitar sesgos de género tradicionales” y que esta es la manera de “romper rompiendo de cristal que todavía existen”. Pérez Raya recuerda que en la profesión enfermera “estos son patentes” pues se cuenta con un 85 por ciento de mujeres frente a un 15 por ciento de hombres.
Incentivos para ambos géneros
Estas reducciones, han trasladado desde Universidades, pretenden
"disminuir el precio de las matrículas" al género minoritario en el grado, "sean hombres o mujeres", para "generar un incentivo de carácter económico y que la cuota fuera creciendo": "Lo ideal sería que fuera de, al menos, el 60 y 40 por ciento", ha señalado Subirats, ministro de Universidades.
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