"Entré en Enfermería pensando que era una carrera inferior, me equivocaba"

Hace unos meses que a Alejandra Castellanos se le caía el mundo encima al conocer que su nota de la EBAU -un casi impecable 13,2- no era suficiente para entrar al Grado de Medicina. Descubrió la noticia a través de un vídeo de TikTok que publicó junto a sus amigas, en el que rompió a llorar tras conocer el resultado final.

Unas semanas más tarde, este periódico habló con ella para preguntarle qué camino iba a seguir: repetir la EBAU para entrar a Medicina, optar por itinerarios alternativos o matricularse en otra carrera universitaria. Ella eligió esta última opción y comenzó sus estudios en Enfermería.

Feliz en Enfermería al no entrar a Medicina

Con el primer cuatrimestre a punto de terminar, Castellanos nos cuenta que no puede estar más contenta con su decisión. Tanto es así que ha descartado por completo la opción de cambiarse a Medicina, y quiere desarrollar su carrera profesional íntegramente como enfermera.

"Los primeros días fueron los más decisivos, porque me di cuenta de que había hecho bien", explica. Poco a poco fue comprobando que los contenidos del Grado le gustaban y que era feliz imaginándose a sí misma en dicha rama sanitaria.

Valora especialmente la dimensión práctica y emocional de muchos contenidos que, pese a ser compartidos con la carrera de Medicina, se abordan desde un enfoque menos teórico en el que esta estudiante encuentra un mayor atractivo.

Prejuicios y estereotipos sobre Enfermería

Ella misma admite que su decepción en un primer momento fue fruto del desconocimiento y de los prejuicios hacia la Enfermería, y que sus impresiones iniciales eran muy diferentes a la realidad: "Antes tenía la idea de que Enfermería era un puesto inferior para los que no llegan a Medicina, y que el médico era el más inteligente. Estaba mal informada".

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"Antes tenía la idea de que Enfermería era un puesto inferior para los que no llegan a Medicina, y que el médico era el más inteligente. Estaba mal informada".

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Sin embargo, sólo le han hecho falta unos meses para borrar de su cabeza estos supuestos y sentirse cómoda: "Me he informado de lo que hace un enfermero y tiene incluso más trato con los pacientes. Me parece más bonito".

Pero no es la única que cayó en prejuicios en un primer momento. Sus actuales compañeros de carrera, que han supuesto un gran apoyo para ella durante estos meses, se encontraban en la misma situación al comenzar la universidad: " No entraron, se llevaron el disgusto y luego han pasado por la misma situación que yo, que al final les está gustando. Al final nos entendemos".

Consejos a un estudiante que no entra en Medicina

Tiempo después y con una perspectiva renovada, Castellanos ha visto aquel vídeo que grabó junto a sus amigas en más de una ocasión. Si pudiera hablar con esa versión de sí misma que no pudo contener sus lágrimas, tiene muy claro que le diria que "no se acaba el mundo" y que "todo el esfuerzo ha merecido la pena, porque es muy buena nota", sostiene.

Tanto por la carrera que ha terminado cursando como por la madurez que ha ganado gracias a este proceso, Castellanos se siente "muy orgullosa" de sí misma. Cree que, si finalmente hubiera logrado una plaza en el Grado de Medicina, no se habría informado de la labor que hacen las enfermeras y seguiría, por tanto, siendo 'presa' de los estigmas que tenía unos meses atrás.