Alejandro, el neurólogo que huyó del MIR para triunfar en Alemania

El miedo a equivocarse al escoger especialidad unido a a la falta de flexibilidad del actual sistema de Formación Sanitaria Especializada (FSE) fueron los motivos principales que llevarían a Alejandro Barros a recorrer los cerca de 2.000 kilómetros que separan su tierra, Ourense, de Colonia (Alemania) hace siete años en busca de un futuro más flexible. Por suerte encontró más de lo que buscaba en un sistema sanitario plagado de salvoconductos para poder desarrollarse en áreas como la Neurología y la Psiquiatría al mismo tiempo y sin perder categoría salarial. Ahora, utiliza dicha experiencia para tender una mano amiga a todos los sanitarios que como él en su momento, llegan a tierra extraña "con una mano delante y otra detrás", deseando ampliar horizontes profesionales.  



Aunque aprender el idioma no fue fácil del todo, este médico gallego contaba con la tranquilidad de poder hacer borrón y cuenta nueva si este salto al vacío no salía como esperaba, tal y como cuenta en este segundo episodio del pódcast 'Sanitarios en...'

Aprender alemán para sobrevivir

Aún así, tuvo que compaginar las prácticas con la preparación del examen de homologación para, finalmente, convertirse en médico adjunto de la Unidad de Ictus en el Hospital de Frechen. Una decisión que, reconoce, le sigue compensando a nivel salarial y personal, aunque, las ganas de volver a su 'tierriña', igual que el acento, nunca han desaparecido.  



Desde hace un tiempo es también 'padrino', junto a otra veintena de profesionales, de los numerosos sanitarios españoles que dedicen probar suerte fuera del Sistema Nacional de Salud, ya sea nada más terminar el MIR o a mitad de la carrera profesional. A través de la Asociación de Médicos Españoles en Europa, les aconseja y resuelve sus dudas en torno a la formación, el salario o la estabilidad laboral que ofrecen los distintos sistemas internacionales.