Rosa Sancho, vicepresidenta de la Asociación Nacional de Enfermería y Vacunas.
El ministro de Sanidad,
Salvador Illa, ha dicho este viernes que el Gobierno de España espera que para mayo o junio,
entre 15 y 20 millones de españoles estén vacunados ya del
Covid-19. Ello va a exigir orquestar una campaña de vacunación segura y amplia que va a tener al personal de Enfermería como protagonista, al ser el encargado de administrar estos nuevos fármacos que contribuirán a poner fin paulatinamente a la pandemia.
Rosa Sancho, enfermera, responsable de la Comisión de Vacunación del Colegio Oficial de Enfermería de Gipuzkoa (Coegi) y
vicepresidenta de la Asociación Nacional de Enfermería y Vacunas (Anenvac), explica que el personal enfermero va a tener un notable trabajo por delante, sobre todo teniendo en cuenta que algunas
vacunas Covid-19 tienen especificidades con las que no cuentan el resto de estos fármacos que se administran cada año. Así, va a ser necesario impartir
una formación para su correcto manejo.
“Va a ser necesario
contar con enfermeras que tengan mucha experiencia en vacunación y además deberán recibir una f
ormación específica porque la
vacuna de Pfizer requiere mezclarse previamente a su administración”, explica. “El procedimiento de vacunación es el que se realiza habitualmente con otras vacunas: anamnesis previa, preparación de todo el material, administración utilizando una técnica correcta, vigilancia de efectos adversos y registro correcto”, añade.
Sin embargo, lo que va a “requerir formación específica” es: “La
temperatura y tiempo de estabilidad de la vacuna, así como la
disolución de ésta con suero fisiológico al 0,9%”.
“La vacuna de Pfizer se suministra congelada a -70ºC en viales
multidosis de cinco dosis”, explica esta experta. “Para su administración
debe descongelarse en unos 30 minutos y debe
diluirse con suero fisiológico 0,9%. Después se extraerá cada d
osis de 0,3 mililitros. Este
proceso debe ser rápido ya que una vez diluida la vacuna debe
administrarse antes de 6 horas”, aclara Sancho, que incide en la importancia de “una buena planificación”.
A juicio de esta experta, la clave está en esa doble característica de las vacunas de ARN mensajero y en las novedades en el manejo que produce su presentación:
“Si es multidosis, si requiere reconstitución y si se debe mantener congelada”.
Formación: dividida en dos grupos de enfermeras
Respecto a cómo integrar la formación en la rutina de los profesionales enfermeros, Sancho diferencia
dos grupos: las enfermeras con
amplia experiencia en vacunación y
las que carecen de una trayectoria tan amplia en este campo.
"A enfermeras con experiencia en vacunas, se las podría formar en una sesión de una tarde"
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“En el caso de enfermeras con experiencia en vacunas,
se podría formar en el manejo de las Covid-19 en una sesión de una tarde”, señala. “Pero si se trata de profesionales que no tienen experiencia en vacunación, será necesario que
como mínimo dediquen varias sesiones para trabajar todos los aspectos básicos generales que requiere cualquier vacunación y después abordar el manejo específico de las vacunas para este
coronavirus”, incide la enfermera.
Sancho destaca que “una buena opción para formar a profesionales es tener
cursos básicos de vacunación online que puedan estar disponibles para todos los profesionales y acompañarlos con sesiones presenciales para resolver casos prácticos”.
Notificar todo efecto adverso en vacunados Covid-19
El registro de las personas vacunadas de Covid-19 es otro de los puntos clave de esta futura campaña de vacunación.”Se debe insistir en
que el registro sea de calidad”, matiza. Y es que ahí se dejará constancia, por ejemplo, de los efectos adversos que dichos fármacos puedan causar. “La notificación de efectos adversos no es algo nuevo; se lleva realizando con todas las vacunas y, sobre todo, con cada una de las que se ha ido incorporando al mercado”, explica.
“El procedimiento siempre es el mismo, tanto para las vacunas como para cualquier medicamento, a través de la notificación a los Servicios de farmacovigilancia, bien a través de la tarjeta amarilla, de los diferentes sistemas de registros vacunales o desde la propia web de farmacovigilancia”, aclara.
Por tanto,
la clave en esta campaña va por otro lado: “Lo que sí es importante siempre que utilizamos un producto nuevo es
que se notifique cualquier efecto adverso que se considere que puede estar relacionado. Eso no implica necesariamente que la causa hay sido la vacuna, eso
lo determinarán los centros de farmacovigilancia después de analizar cada caso”, concluye Sancho.
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