Pilar Fernández, vicepresidenta del Colegio General de Enfermería.
España es el
segundo país con mayor prevalencia de diabetes de Europa, 6 millones de ciudadanos padecen la enfermedad, según recoge la 10ª Edición del Atlas de la Diabetes de la Federación Internacional de Diabetes. Además de a nivel renal y oftalmológico, el mal funcionamiento de las células hace que la diabetes derive en otros problemas, y uno de los más comunes está relacionado con una alteración de la barrera cutánea.
“Las
consultas dermatológicas relacionadas con el paciente diabético ocupan un alto porcentaje de las demandas en Atención Primaria. Por tanto, hay que educar a los ciudadanos en que sigan una correcta higiene e hidratación de la piel, entre otros cuidados. Una labor de educación para la salud en la que las enfermeras tienen mucho que aportar”, resalta Pilar Fernández, vicepresidenta del Consejo General de Enfermería y directora del Instituto Superior de Formación Sanitaria (ISFOS).
En general, la piel diabética sufre cambios respecto a una piel que no está relacionada con una comorbilidad y que, en muchas ocasiones, se traduce en
una alteración de la barrera cutánea que tiende a la sequedad, las infecciones o al picor y que podría generar un problema en un futuro.
Para evitar estos problemas, el Consejo General de Enfermería ha lanzado
una infografía que detalla cómo se debe cuidar la piel en el paciente diabético. Estos materiales, disponibles de forma gratuita para la población en general,
forman parte de la campaña ‘En la piel de la enfermera’, puesta en marcha por el Consejo General de Enfermería a través de su Instituto Superior de Formación Sanitaria, ISFOS, y con la colaboración de CeraVe.
Infografía
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¿Por qué es tan importante el cuidado de la piel en diabéticos?
El 92% de las personas diabéticas sufren de alguna afección cutánea y
la piel del diabético es un órgano que permite identificar los cambios en la evolución de la patología. El correcto cuidado de la piel y la observación de los cambios de esta, ofrecen la posibilidad de minimizar las complicaciones y mejorar la calidad de vida de las personas diabéticas.
Las manifestaciones cutáneas más habituales en los diabéticos son el
síndrome de engrosamiento cutáneo, prurito, ampollas (bullosis diabeticorum), similares a las verrugas (acrocordones), mácula oscura (dermopatía diabética) y bultos rojos (granuloma anular).
Por todo ello, desde el Consejo General de Enfermería recomiendan
controlar la glucemia, con la administración correcta del tratamiento farmacológico prescrito; poner especial atención en el cuidado de los pies, usando un calzado adecuado que evite rozaduras, cortar bien las uñas y secar correctamente el espacio entre los dedos; así como avisar a un profesional de enfermería en caso de algún corte o herida.
Las duchas cortas, la alimentación equilibrada y el ejercicio, fundamentales para los diabéticos
Asimismo,
indican que es mejor darse duchas cortas con agua tibia y limpiar e hidratar la piel, especialmente optando por una higiene fisiológica (ph 5.5.) y por el uso de jabón syndet. También el uso de ceramidas puede ayudar a reestablecer la función barrera.
Además de llevar un seguimiento con el profesional sanitario, es imprescindible seguir u
na alimentación adecuada que evite los picos de glucemia, a la par de controlar el peso y beber, por lo menos, dos litros de agua al día.
Finalmente, las enfermeras y enfermeros recuerdan
la importancia de protegerse del sol y evitarlo en las horas centrales del día e insisten en la realización de ejercicio físico que facilite el mantenimiento de un peso adecuado, el metabolismo de la glucosa y la correcta circulación sanguínea en los pies.
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