Patricia es enfermera en cruceros y ha pasado más de una Navidad fuera de casa.
La Navidad es una fecha familiar, de
volver a casa para los que viven lejos y de recibir el nuevo año en compañía de los seres queridos. Sin embargo, no todos pueden reencontrarse con los suyos en estas fechas. "¿Qué sanitario no ha tenido que trabajar algún
25 de diciembre, en Nochevieja o en Año Nuevo?", se pregunta Patricia, enfermera en un crucero. En su caso, este año ha tenido suerte y ha terminado su último contrato días antes de la cena de Nochebuena. Por lo que ha tenido tiempo de volar desde el destino en el que desembarcó, Nueva Orleans (Estados Unidos), y volver a Madrid. Pero no todos los años ha tenido la oportunidad de volver, ella misma nos lo cuenta en una entrevista a
Redacción Médica.
"Este año puedo volver a casa, pero otros me ha tocado trabajar. Al final,
tenemos que ofrecer asistencia sanitaria las 24 horas del día, los 365 días del año, y en el caso de los cruceros ocurre así. Además, cuando estamos a bordo trabajamos todos los días", describe la enfermera. Concretamente, añade que hacen turnos en función de los enfermeros que sean y esto hace que las
guardias o el horario sean diferentes.
El espíritu navideño de la enfermera sigue presente en alta mar.
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Tal y como detalla, en su último contrato eran cuatro enfermeros, lo que significa que su
rotatorio era de cuatro días: "El primer día se hace guardia de noche; la segunda jornada, guardia de tarde; el tercer día se trabaja las horas en las que está el hospital abierto, pero sin hacer guardia; y el último, haces la guardia durante el día, es decir, mañana y tarde. Sin embargo, en
Navidades los rotatorios se ajustan para que no le toque a una misma persona trabajar dos días festivos".
Espíritu navideño en los cruceros
No obstante, no todo es trabajar sin parar en estas fechas, en el crucero también hay
momentos para vivir el espíritu navideño. Patricia relata que el equipo de recursos humanos que va a bordo del barco hace una gran labor
organizando actividades para la tripulación. Aunque bien es cierto que durante todo el año hay eventos, los que se celebran estas fechas tienen un encanto especial.
"Tenemos un
concurso de decoración navideña de las puertas de nuestros camarotes y del entorno de trabajo. También podemos escribir felicitaciones de Navidad, llevarlas a recursos humanos y que ellos las entreguen a la persona que quieras. Además de juegos como
un trivial con temática navideña o un bingo", cuenta Patricia. Tampoco faltan las comidas más propias de esta época e incluso una fiesta exclusiva para los trabajadores del barco.
La ambientación navideña del crucero.
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En cuanto a Papá Noel, ya se sabe que llega a todos lados y los cruceros no iban a ser menos. "En mi experiencia, hacemos
amigos invisibles para que todos recibamos un detalle, la mayoría de los trabajadores se involucran. Pasar estas fechas
lejos de casa es bastante difícil y hacer estas cosas animan", asegura la enfermera.
Otro aspecto interesante es que en las embarcaciones pueden juntarse
profesionales sanitarios de diferentes países y compartir tradiciones. Por ello, Patricia recuerda con cariño cómo el año pasado coincidió con un médico sudafricano al que le explicó la
costumbre española de comer uvas el 31 de diciembre. A su compañero le llamó tanto la atención que quiso probar la experiencia. "No teníamos uvas a bordo, lo hicimos con bolas de chocolate, y ahora dice que lo va a convertir en
una tradición en su familia también", concluye la sanitaria.
En su último contrato ha hecho paradas en lugares que ya tenían la decoración navideña como la isla del Caribe St Maarten.
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