Pilar Aparicio, directora general de Salud Pública del Ministerio de Sanidad.
Tras la autorización de la
prescripción enfermera por todas las comunidades autónomas, el Ministerio de Sanidad se ha puesto manos a la obra para elaborar las
guías de actuación que logren la máxima eficiencia de esta nueva labor del personal de Enfermería. En ese sentido, la dirección general de Salud Pública acaba de
validar las guías de prescripción enfermera para
hipertensión y diabetes mellitus tipo 1 y 2.
Según la resolución publicada en el Boletín Oficial del Estado (BOE), estas
guías de prescripción enfermera ya habían pasado el filtro de la Comisión Permanente de Farmacia del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud y con el visto bueno de Salud Pública se inicia un proceso de
implementación que deberán culminar las comunidades autónomas.
Cabe recordar que estas guías se enmarcan dentro del marco de desarrollo establecido en el Real Decreto 954/2015, por el cual se establece la
prescripción enfermera y donde se detalla que el Gobierno será quien regule la indicación, uso y autorización de dispensación de determinados medicamentos sujetos a prescripción médica por los enfermeros. Una regulación que se hará en el “mediante la
aplicación de protocolos y guías de práctica clínica y asistencial, de elaboración conjunta, acordados con las organizaciones colegiales de médicos y enfermeros y validados por la Dirección General de Salud Pública”.
Con ambas guías, Sanidad busca los siguientes objetivos:
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Educar a la persona y al cuidador en estilos de vida saludables y en el manejo del tratamiento farmacológico y de los cuidados asociados.
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Establecer estrategias para mejorar la adherencia terapéutica a la medicación a través del seguimiento y control del tratamiento y monitorización de los resultados en salud.
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Detectar e informar de efectos adversos relacionados con el tratamiento farmacológico.
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Realizar un seguimiento con el objetivo de prevenir la aparición de complicaciones asociadas al tratamiento y a la propia patología.
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Facilitar la accesibilidad para las actuaciones relacionadas con la medicación, evitando o reduciendo citas innecesarias o demoras para el inicio, prórroga, modificación o interrupción de tratamientos.
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Reducir la variabilidad en la práctica clínica, adecuando y actualizando esta guía y los protocolos que se deriven de la misma en base a las últimas evidencias disponibles.
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Maximizar la eficiencia y efectividad de la atención sanitaria y los tratamientos que se derivan de la misma.
¿En qué consiste la guía de prescripción enfermera en hipertensión?
Con la guía de prescripción enfermera en hipertensión se estable el
“marco de referencia” para la medicación durante el seguimiento colaborativo en determinados tratamientos individualizados en pacientes con hipertensión (HTA). Para el Ministerio es “muy importante” sistematizar su implantación en todas las comunidades autónomas, quienes adaptaran las guías a sus contextos asistenciales.
Estas adaptaciones deberán
definir la población sobre la que procede aplicar el protocolo o guía; los
medicamentos autorizados para realizar el seguimiento: el
tipo de intervenciones que realiza Enfermería: inicio de tratamiento, prórroga, modificación de pauta y/o interrupción temporal del tratamiento; los
parámetros del tratamiento ajustables por las enfermeras y los rangos de ajuste autorizados para cada uno de ellos: y los
criterios de revaluación, así como los signos o síntomas de alarma para la valoración o derivación al médico de referencia.
En concreto, la población diana serán las
personas diagnosticadas de HTA en tratamiento con uno o más de los medicamentos contenidos en la guía y prescritos por su médico. También las personas en situación de
crisis hipertensiva definida de acuerdo a los criterios especificados en la guía de práctica clínica o asistencial.
Respecto a los
procesos asistenciales, patologías o situaciones clínicas, además del HTA se abarca el riesgo cardiovascular; enfermedad coronaria; insuficiencia cardíaca; enfermedad renal crónica y enfermedad arterial periférica.
¿En qué consiste la guía de prescripción enfermera en diabetes?
Con la guía de prescripción enfermera en diabetes mellitus tipo 1 y 2 también se establece un “marco de referencia” para la medicación durante el seguimiento colaborativo en dichos tratamientos. El proceso de implantación será similar, ya que las comunidades autónomas deberán diseñar su propio protocolo o guía en base a los mínimos establecidos en la guía del Ministerio de Sanidad.
En este caso, la población objetivo serán las personas diagnosticadas de
diabetes mellitus tipo 1 o 2 en tratamiento con uno o más de los medicamentos establecidos en la guía y prescritos por su médico. También se dará cobertura enfermera a las
personas en situación de control insuficiente o inadecuado (principalmente por hiperglucemia), y a las personas en
situación de hipoglucemia, en tratamiento con insulina u otros antidiabéticos.
Respecto a los
procesos asistenciales, patologías o situaciones clínicas, la guía, además de la diabetes mellitus (tipo 1 y tipo 2), abarca el pie diabético; la microangiopatía diabética: retinopatía diabética, neuropatía diabética y nefropatía diabética (con o sin insuficiencia renal crónica); y la macroangiopa.
¿Qué fármacos podrá prescribir Enfermería?
Para la
diabetes, el personal de
Enfermería podrá prescribir: insulinas y análogos de acción rápida y de acción intermedia para inyección; combinaciones de insulinas de acción intermedia o prolongada con insulinas de acción inmediata para inyección; insulina glargina; insulina detemir; metformina; derivados de las sulfonilureas; carbohidratos; y glucagón.
Mientras que para los pacientes con
hipertensión podrán prescribir: diuréticos de techo bajo ( tiazidas) y alto (sulfonamidas); agentes beta-bloqueantes selectivos; agentes bloqueantes alfa y beta; bloqueantes selectivos de canales de calcio con efectos principalmente vasculares y con efectos cardíacos directos; inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina (ECA), monofármacos; antagonistas de los receptores de angiotensina II; agentes beta-bloqueantes y otros diuréticos; inhibidores de la ECA y diuréticos; inhibidores de la ECA y bloqueantes canales de calcio; antagonistas de los receptores de angiotensina II y diuréticos; y antagonistas de los receptores de angiotensina II y bloqueantes canales de calcio.
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