Manuel Cascos, presidente de Satse.
El
Sindicato de Enfermería (Satse) ha presentado al Ministerio de Sanidad distintas alegaciones al Proyecto de Real Decreto por el que se regula la formación transversal de las especialidades en Ciencias de la Salud. Estas alegaciones tienen el objetivo general de que, desde la administración, se den
“siempre las máximas garantías”, tanto a las enfermeras y enfermeros que ya son especialistas como a los que se encuentran formando, de que todos los procesos y sistemas que establece la nueva norma son
“necesarios, transparentes, objetivos y homogéneos en el conjunto del Estado”.
El texto establece que los especialistas deberán ser sometidos a un
proceso de recertificación de sus competencias cada 10 años, un trámite que, según el Sindicato de Enfermería, podría suponer una duplicidad para el sistema. “En lo que respecta a la “recertificación”, tanto de las competencias del área de capacitación específica como de las competencias como especialista, Satse considera que puede suponer una
duplicidad para el sistema si tenemos en cuenta los modelos de carrera profesional ya plenamente implantados y desarrollado, así como una reiteración del “examen” permanente y continuo al que están sujetos todos los profesionales a través de diferentes vías”, explican a
Redacción Médica desde la organización sindical.
Además, Enfermería subraya que
“no hay razón jurídica ni precedentes en otras profesiones reguladas en España de una exigencia similar”, apuntando que ya se están evaluado actualmente a los profesionales por tres vías, como son la consecución de objetivos dentro de su unidad y servicio que son valorados por la Gerencia correspondiente, la consecución de objetivos competenciales que son exigidos a nivel de comunidad autónoma y la consecución de objetivos para ir avanzando en la carrera profesional. Por todo ello, el Sindicato de Enfermería
no entiende la necesidad y pertinencia de esta “recertificación”.
De otro lado, y de cara a defender los intereses de los enfermeros y enfermeras en periodo de formación, Satse reclama a Sanidad en sus alegaciones un
sistema de auditoría, regulada en tiempo y forma, sobre las unidades docentes, tanto de la especialidad como las creadas para las áreas de capacitación específica, de tal forma que se evalué el cumplimiento de los requisitos que se les exigen, así como su buen funcionamiento. “Esta auditoría, en caso de necesidad, debería
poder ser solicitada de urgencia por los distintos intervinientes en el proceso formativo, incluidos los profesionales en formación”, señalan desde el Sindicato de Enfermería.
El borrador del texto sí que contempla que la Dirección General de Salud Pública del Ministerio de Sanidad, en colaboración con los órganos competentes de diferentes CCAA,
coordinará las auditorías, informes y propuestas para evaluar el funcionamiento y la calidad de las unidades docentes acreditadas para la formación en áreas de capacitación específica. Estas unidades docentes deberán contar, al menos, con un tutor acreditado para la formación en el área de capacitación específica, que deberá ser especialista con el diploma de área de capacitación específica que corresponda.
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