Radiografía del cierre de camas en el SNS: una región se libra este verano

Un problema ‘cíclico’ de los hospitales es el relativo al cierre de camas propio de los meses de verano. El Sindicato de Enfermería (Satse) apunta a que en la actualidad 8.600 de estas unidades se encuentran inutilizadas, ya sea por “ahorrar costes” o por “falta de recursos humanos”, aunque la situación varía de forma notable entre comunidades autónomas. De hecho, en las Islas Canarias no se prevé el cierre de ninguna cama por , lo que convierte al territorio en un caso único en España. 

Según informan a Redacción Médica fuentes de Satse, en la comunidad autónoma canaria solo se han cerrado algunas camas hospitalarias (alrededor de cinco) en Tenerife debido a la necesidad de realizar reformas en las instalaciones. Al margen de ello, por primera vez el territorio “no tiene previsto” reducir el número de unidades.

En el polo opuesto se encuentran Madrid, Andalucía y Cataluña, que son también los territorios que albergan más centros hospitalarios de España. La información recabada por el Sindicato de Enfermería, con datos de julio, refleja que en la comunidad madrileña se han cerrado en torno a 1.800 camas, 400 más que en la andaluza, mientras que Cataluña alcanza el millar de camas cerradas.

Por debajo de esa franja se encuentran Euskadi (900), Galicia (726) y Aragón (500). A estas autonomías les siguen Castilla y León (466), Comunidad Valenciana (400), Asturias (380) y Extremadura y Castilla-La Mancha, con 200 cada una.

El siguiente escalón lo ocupan los territorios de Islas Baleares (170), Murcia (150), Cantabria (148), Navarra (199) y, finalmente, La Rioja (54).

Plan de choque contra el cierre de camas

Lo cierto es que el del cierre de camas hospitalarias es un fenómeno habitual durante los meses de verano en España. “Al tratarse de una competencia de las comunidades autónomas, Satse viene reclamando desde hace años en las diferentes mesas y órganos de negociación de todas las autonomías que no se dé lugar a esta situación”, deslizan desde la organización de Manuel Cascos, que apunta también a la “paralización de miles de consultas externas, pruebas diagnósticas e intervenciones quirúrgicas” durante la época estival.

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"Al cierre de camas se suman la paralización de miles de consultas externas y de intervenciones quirúrgicas", denuncia Satse.

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“Este año, y después de los ‘estragos’ provocados por la pandemia, insistimos con mayor fuerza y presión para que no se volviese a cometer el mismo error de años anteriores, pero han vuelto a optar por la solución más fácil para ellos y menos beneficiosa para los ciudadanos y los profesionales”, sostienen las mismas fuentes.

"En muchas autonomías han esperado hasta 48 horas los pacientes con ingreso firmado y  todo ese tiempo fueron distribuidos en camillas o sillones por todas las dependencias de Urgencias, incluidos pasillos, boxes, salas… El ‘modus operandi” en general siempre es el mismo, se espera a dar las altas por la mañana para ver cuantas personas pueden ir ingresando en planta sin tener que abrir camas cerradas", argumentan.

En este escenario, el sindicato ha reclamado a las administraciones públicas la aprobación de un ‘plan de choque’ en verano contra las listas de espera “que conlleva, además, no cerrar camas hospitalarias”. “Pero lamentablemente se ha hecho caso omiso”, concluyen.

"Habrá camas suficientes para el verano"

Unas acusaciones que las comunidades niegan. Tal y como informó este periódico, las consejerías de Salud autonómicas no achacan el menor número de camas disponibles a la falta de recursos humanos o materiales, sino a una necesaria “redistribución” que “atiende a la demanda asistencial”. De hecho, apuntan a que se podría hacer uso de nuevo de las mismas en caso de que fuera necesario. El mensaje es prácticamente unánime: “Las camas disponibles para este periodo estival 2022 se consideran suficientes para la actividad esperada”, zanjan.