Madrid, Canarias y Cantabria son las regiones que anotan los registros más preocupantes de intención de abandono laboral

Más del 50% de las enfermeras de casi toda España han pensado en dejarlo
Buena parte de las enfermeras españolas han pensado en dejar la profesión.


26 nov. 2024 16:30H
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Enfermería está agotada. Las malas condiciones laborales a las que se enfrentan las profesionales del sector son origen de nervios o frustración. En el peor de los casos, derivan en episodios de estrés, ansiedad o insomnio. Incluso, en una depresión. Una situación a la que las sanitarias solo encuentran una solución: abandonar su puesto de trabajo. Esta respuesta se ha pasada por la cabeza de seis de cada 10 empleadas de este ámbito en España. En 14 comunidades autónomas, este pensamiento es común en más de la mitad de la plantilla. 

Según datos de una encuesta del Consejo General de Enfermería (CGE), el deseo de abandono se dispara en Madrid. El 70,3 por ciento de las profesionales de la región capitalina se han planteado en algún momento dejar su trabajo. Le siguen Canarias y Cantabria, en las que prácticamente se roza el 70 por ciento de la plantilla.

Además de las mencionadas comunidades autónomas, Cataluña, Asturias y Galicia también sobrepasan la media nacional, situada en el 59,7 por ciento. En las tres, más de seis de cada 10 enfermeras han considerado esta posibilidad para combatir los efectos del agobio que viven a raíz de la saturación del Sistema Nacional de Salud (SNS).


"El 70,3 por ciento de las enfermeras de Madrid ha pensado en dejar su profesión"



El resto de regiones se encuentran por debajo de la proporción general en España. No obstante, en buena parte de ellas, más de la mitad de las empleadas de Enfermería han cavilado la opción de dejar atrás su empleo. Es el caso de Comunidad Valenciana, Andalucía, Castilla y León, Aragón, Castilla-La Mancha, País Vasco, Navarra y Extremadura.

Las CCAA con menor intención de abandono


Solo tres comunidades autónomas cuentan con menos de un 50 por ciento de sus enfermeras con pensamientos de retirada profesional. No obstante, las cifras no se alejan tampoco en exceso de los registros del resto de la geografía española. Estas son Murcia, donde un 49,4 por ciento de sus sanitarias han pensado en abandonar su empleo; Baleares, en la que esta propuesta es barajada por el 48,7 por ciento, y La Rioja, región en la que el 48,1 por ciento de sus trabajadoras ha rumiado esta opción.

Eso sí, las menores cifras del país se recogieron en las ciudades autónomas. Y es que el organismo colegial ha revelado que solo el 35,5 por ciento de las encuestadas ceutíes y el 20 por ciento de las melillenses se han planteado dejar su trabajo. Una proporción que contrasta en el caso de Ceuta, el enclave en el que más sanitarias han denunciado una mayor incidencia de patologías de tipo mental provocadas por la sobrecarga que viven durante su jornada laboral.

Búsqueda de soluciones


Esta idea recurrente entre las egresadas de Enfermería con un puesto en el SNS se debe principalmente a la excesiva cantidad de trabajo. El día a día de estas sanitarias se fundamenta en una interminable lista de pacientes, a los que intentan dar respuesta con la mayor celeridad con la misión de asistir al mayor número de personas. Precisamente, el menor tiempo invertido puede provocar fricciones con los enfermos que acuden a hospitales y centros de salud, lo que en el caso más extremo puede ocasionar sucesos violentos. Es más, las agresiones a enfermeras no han dejado de aumentar en los últimos años.

Este panorama hace que muchas sanitarias causen baja laboral o cambien de profesión. Para evitar este final y por ende aumentar la presión asistencial en las enfermeras que deciden seguir en su puesto, el CGE aboga por contar con una partida específica dentro de los Presupuestos Generales del Estado para paliar los males que afectan a Enfermería. Una financiación que se debe aprovechar para aumentar las contrataciones en el sector, al ser España uno de los países europeos con una peor ratio de sanitarias por cada 100.000 habitantes.

Además, la institución afirma que es necesario tomar medidas que satisfagan el desarrollo de la profesión. Por ejemplo, la creación de un grupo A unificado para todos los titulados de Ciencias de la Salud -un cambio que fomentaría la llegada de enfermeras a puestos directivos o el ascenso de los salarios percibidos- o la promoción de las especialidades en las distintas comunidades autónomas, al avanzar su implantación lentamente en términos generales, además de a distinto ritmo según el territorio.
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