Florentino Pérez Raya, presidente del CGE.
La tendencia al
abandono o la pérdida de vocación es algo que viene denunciando el
Consejo General de Enfermería (CGE), sobre todo a raíz del impacto psicológico que causó la pandemia de covid en la profesión. Un estudio americano que analiza la pérdida de vocación y el abandono en Enfermería ya daba unos datos "preocupantes" en 2022 y las enfermeras, en redes sociales, han expresado cierto temor al ver la situación en este otro país. Sin embargo, el CGE asegura a
Redacción Médica que aunque "no es comparable la situación con lo que se vive en España",
no quieren ignorar la problemática y plantean soluciones para evitar que la situación vaya a más.
"En España
existe una gran demanda para estudiar Enfermería, con personas que no pueden acceder al grado por falta de plazas. Esta profesión sigue siendo muy atractiva. Aún así, nosotros estamos muy preocupados por la situación de nuestras compañeras y compañeros.
La clave es si las Administraciones Públicas, si los ejecutivos central y autonómico, que son los que tienen la mayor parte de las competencias sanitarias,
están concienciados y preocupados en la misma medida", apuntan.
La primera de las medidas que proponen desde el
CGE de cara a paliar el
déficit crónico de enfermeras que tiene España, pasa por la
realización de un estudio serio de Recursos Humanos, algo que llevan tiempo exigiendo al Ministerio de Sanidad: "Tanto desde el punto de vista cuantitativo como cualitativo, pues no se trata sólo de cuántas enfermeras hacen falta, sino determinar qué perfiles se requieren y el ámbito geográfico o sanitario. Sólo así es posible planificar el futuro de la atención sanitaria".
¿Qué influye en el abandono enfermero?
Por otra parte, aseguran que los primeros meses de la pandemia "dejaron huella" en las enfermeras que se enfrentaron a la infección sin protección y "fueron
víctimas de la máxima tensión sobre una situación estructural deficiente por la inacción política y esa falta de planificación de recursos humanos". Pero, además de la pandemia, el CGE señala otros factores que influyen mucho en España, como la
falta de reconocimiento profesional o salarial (la
reclasificación enfermera, especialidades sin vinculación a la plaza u otras medidas que puedan coartar su desarrollo profesional), las duras condiciones de trabajo, el estrés: "Todo ello influye en la moral de los profesionales y afecta a las enfermeras o enfermeros con menos experiencia".
La
escasez de profesionales también es un factor a señalar. "Cuando una enfermera, incluso en unidades muy delicadas como Cuidados Intensivos, tiene a su cargo a un número excesivo de pacientes hasta el punto de no poder proporcionar los cuidados que necesitan, resulta muy complicado que no se sienta frustrada y se plantee el abandono", añaden.
Según los datos del estudio americano
"Una preocupante disminución en el número de enfermeras jóvenes", en los primeros 15 meses de la pandemia el crecimiento del personal de Enfermería se estanca en el país por las jubilaciones, el cansancio y la frustración, pero en 2021, 100.000 profesionales dejan su trabajo, la cifra mayor observada en cuatro décadas. Además, el 63 por ciento de directivos saben que las enfermeras en sus primeros años de carrera abandonan la profesión y el 40 por ciento de las enfermeras cuentan que el covid ha tenido un impacto negativo en su carrera. Precisamente el informe apunta que
el 25 por ciento "no volvería a estudiar la carrera" y el 15 por ciento la abandonará "en menos de tres años".
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