Pilar Alegría, Carolina Darias y Manuel Cascos
El
Sindicato de Enfermería (Satse) ha asegurado que cuenta con el beneplácito del Gobierno para poder blindar el contenido de la nueva
Formación Profesional sociosanitaria y evitar que invada algunas de las competencias del campo de sanidad. Fuentes de la organización han informado de que el
Ministerio de Educación ha aceptado la práctica totalidad de las reclamaciones que han planteado en la fase de
alegaciones abierta para escuchar propuestas sobre el proyecto de ley.
“El Gobierno se muestra
sensible y receptivo a los planteamientos del colectivo enfermero, algo que el sindicato valora positivamente y agradece al entender que es la forma de mejorar la atención y cuidados que se prestan en las
residencias de mayores de nuestro país”, ha subrayado la organización sindical a Redacción Médica.
Entre estas propuestas, figura la de
limitar las actuaciones de carácter sanitario de los nuevos técnicos superiores de los servicios gerontológicos únicamente a acciones de
“primeros auxilios básicos y elementales” ante una situación de emergencia. Aunque posteriormente deberán dejar la valoración del paciente y los cuidados posteriores en los respectivos
equipos especializados.
De esta forma, Satse se ha asegurado que las labores asistenciales únicamente las puedan prestar las personas reguladas por la
Ley Orgánica de Profesiones Sanitarias (LOPS) como es el caso del personal de enfermería. “En la nueva redacción del texto se dejará claro que la supervisión, y, por supuesto,
la prestación de cuidados, no corresponden a estos titulados de Formación Profesional”, han zanjado.
Los titulados de FP deberán seguir instrucciones
El texto recoge también la obligación de los nuevos perfiles sociosanitarios de respetar las “
instrucciones que procedan del equipo interdisciplinar conformado por profesiones sanitarias tituladas y reguladas”. Por lo tanto, la nueva figura profesional no desarrollará ningún plan sobre cuidados, sino que se ceñirá a los que le vengan dados por parte de los sanitarios.
Las alegaciones también han aclarado que labores como la gestión de los
servicios externos de carácter asistencial, la interlocución con
proveedores de productos sanitarios y farmacias o el
mantenimiento del equipo de salud no serán labores propias de los titulados superiores. Aunque sí que podrán colaborar en
campañas de vacunación o vigilancia de caducidad de medicamentos “según se determine en cada momento”.
Satse ha valorado “
positivamente” la receptividad por parte del Gobierno para introducir
los nuevos cambios propuestos que, a su juicio, permitirán “garantizar la calidad y seguridad de la atención y cuidados a un colectivo especialmente vulnerable, como son las personas mayores, que han hecho de la residencia su hogar”.
Por último, el Sindicato de Enfermería muestra su extrañeza y sorpresa porque haya alguna organización que pretenda convertirse en el
"único interlocutor válido o legítimo" con el Gobierno para abordar asuntos relativos a la profesión enfermera, cuando, señala, su ámbito de actuación es "tremendamente limitado" y "alejado de cuestiones relativas a condiciones profesionales, de gestión y laborales", que son las que "directamente" se verían afectadas de ver la luz este proyecto de Real Decreto en su redacción original.
El cambio de postura se produce después de
la reunión celebrada el pasado 24 de marzo entre el Ministerio de Educación y los responsables del sindicato con el objetivo de apaciguar las críticas que había despertado la nueva FP entre el colectivo de enfermeros. Fue en ese momento cuando se presentaron las
últimas observaciones y alegaciones, que finalmente han sido aceptadas.
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