Un momento de una de las protestas de enfermeras, el pasado verano en Illinois. Foto: Amy Fawkes.
Estados Unidos vive desde hace meses su particular
marea blanca. Numerosas profesionales de la enfermería están saliendo a la calle para protestar contra las agresiones que tienen lugar en su ámbito laboral. Bajo el lema
‘stamp out violence’ (erradicar la violencia), este colectivo demanda que cese una situación en la que se combina una problemática similar a la de las agresiones a sanitarios que se viven en
España con la de la
violencia machista, al ser mujeres la inmensa mayoría de las enfermeras de ese país.
El detonante de esta campaña fue el terrible suceso que tuvo lugar este mismo verano en
Delnor, Illinois, cuando dos enfermeras del Hospital local fueron tomadas como rehenes a punta de pistola, torturadas y violadas. El sector exige una
legislación específica que proteja a estas profesionales y persiga a los agresores. Varios congresistas y asociaciones del ámbito sanitario han cogido el guante y se han hecho eco de su protesta.
Pocos días después del macabro suceso, se convocó una
gran manifestación que recorrió las calles de St. Charles, Illinois. Las enfermeras, portando carteles con las siglas
STAMP, por
Stop Assaults on Medical Providers (detengan las agresiones a los trabajadores sanitarios), exigían a sus empleadores una política de
“tolerancia cero” en todos los centros de salud.
Durante el transcurso de la marcha, el hermano de una de aquellas enfermeras tomó la palabra para decir, señalando a la multitud de batas blancas, “la razón por la que mi hermana se sigue levantando cada día sois vosotros”, según recoge la publicación
MedScape. Muchos de los asistentes no pudieron contener las lágrimas.
La manifestación fue, además, numerosa para los estándares norteamericanos, dado que otros profesionales, como médicos, bomberos o profesores respondieron al llamamiento de las enfermeras y se sumaron a la marcha, junto con representantes de las organizaciones sindicales.
Desde entonces, ha prendido la mecha de la protesta en otros puntos y se han multiplicado las acciones de la Enfermería en este país. La
Asociación Norteamericana de Enfermería (ANA, por sus siglas en inglés), que reúne a
3,6 millones de profesionales, tiene incluso un
modelo de cómo debería ser la futura ley que protegiera a las enfermeras de ese país durante su trabajo. Ahora sólo falta que los políticos den un paso adelante y esta norma entre en vigor.
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