Manuel Cascos, presidente de Satse.
El
Sindicato de Enfermería (Satse) ha subrayado, con motivo del
Día Mundial sin Tabaco, que contar con enfermeras en los centros educativos de nuestro país es una
“herramienta fundamental” para evitar el consumo de una sustancia muy perjudicial para la salud y que es la que empieza a consumirse a una edad más temprana.
En plena sintonía con la
Organización Mundial de la Salud (OMS), el Sindicato de Enfermería destaca que priorizar la educación en salud en edades tempranas es muy importante para
fomentar conductas y hábitos de vida saludables entre los niños, niñas y jóvenes y evitar así el consumo futuro de sustancias adictivas, como es el caso del
tabaco.
En este sentido, Satse señala que, desde los propios centros educativos, la
enfermera escolar puede colaborar de manera decisiva para evitar el inicio del consumo de tabaco en edades tempranas, a través de distintas actuaciones y actividades,
como charlas, talleres, o seminarios, entre otras.
El 34% de alumnos de entre 14 y 18 años ha fumado alguna vez
La organización sindical recuerda que, según datos oficiales,
el 34 por ciento del alumnado de entre 14 y 18 años ha fumado alguna vez en el último año. En España, el tabaco continúa siendo la
sustancia psicoactiva más consumida, por detrás del alcohol, y es la que empieza a consumirse a una edad más temprana (16 años de media).
Un consumo que conlleva numerosos problemas de salud, como el cáncer de pulmón, garganta, estómago o vejiga, enfermedades pulmonares, como la EPOC, bronquitis crónica o enfisema, y enfermedades cardíacas, como infartos o cardiopatía isquémica. Además, fumar se relaciona directamente con debilidad de huesos, problemas en la piel, enfermedad en las encías, infertilidad y problemas en la salud sexual.
Por ello, y teniendo claro que, cuanto más joven se inicia una persona, antes aparecen las patologías relacionadas con su consumo, desde Satse se incide en que
sensibilizar y concienciar en las aulas a los niños, niñas y adolescentes sobre los peligros del tabaco resulta absolutamente imprescindible, dado que es el espacio de convivencia y relaciones en el que más tiempo pasan a lo largo de muchos años.
En este sentido, el Sindicato de Enfermería reitera que la enfermera y enfermero escolar, como profesional sanitario plenamente cualificado y competente, puede realizar una
labor decisiva de seguimiento, información y sensibilización que beneficia, en primer lugar a, al conjunto del alumnado, pero también a madres y padres y al resto de la comunidad educativa.
“Evitar el consumo de tabaco en edades tempranas es otras de las muchas razones por las que el conjunto de administraciones públicas deberían
apostar de manera prioritaria por implantar la figura de la enfermera escolar en todos los centros educativos. No hay nada más importante que garantizar la salud de las futuras generaciones y, por tanto, la salud y bienestar futuro de nuestro país”, concluye.
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