Diego Ayuso, secretario general del CGE.
Una marea enfermera recorrió el pasado 18 de junio las calles de Madrid para reivindicar, entre otras demandas, su derecho a la
jubilación anticipada. La penosidad y la peligrosidad inherentes a la profesión constituyen los principales argumentos de estas trabajadoras, cuya situación, denuncia el
Consejo General de Enfermería (CGE), “está totalmente invisibilizada”. Son palabras de su secretario general,
Diego Ayuso, que, para allanar el camino hacia el retiro “voluntario y sin merma en la pensión”, apuesta por conformar un grupo de trabajo que analice qué tipo de puestos y servicios son los más damnificados.
En declaraciones a
Redacción Médica, el secretario general del CGE indica que
“no hay que poner límites” a la jubilación anticipada en Enfermería, aunque concede que “no en todos los puestos de trabajo existe esa
penosidad”. “Hay determinados servicios en los que no existe esa carga de trabajo crítica, y podría ser positiva la creación de un grupo de expertos que valore cuáles son los que se encuentran en peores condiciones”, explica.
El modelo de jubilación anticipada en Enfermería
Según Ayuso, esta maniobra podría suponer un “impulso” al
reconocimiento de la jubilación anticipada de las enfermeras, que reclaman al Gobierno la potestad de poder
retirarse a los 60 años de forma voluntaria y sin que ello les suponga una rebaja en la pensión. En este sentido, el dirigente del CGE apela a la “importante penosidad” de unas profesionales que “no solo deben prestar servicios en
turnos de noche con todo lo que eso conlleva, sino que se exponen a situaciones críticas y de emergencia” a las que “no todas las personas de edad más avanzada pueden hacer frente”.
“En algunos casos es una situación inaguantable y se puede poner en riesgo la seguridad de un paciente, porque el
cansancio acumulado puede provocar errores, por ejemplo, en el encargo de una medicación. Solo haría falta que un político se pasara un par de noches por un centro sanitario para darse cuenta de que una persona de 65 o 67 años no puede tener esa presión y esa carga de trabajo”, asevera.
Cotización de las enfermeras para la jubilación aniticpada
El propio Ayuso incide en que a las enfermeras “les corresponde
el 100 por ciento de la jubilación” por las cotizaciones que realizan a lo largo de su carrera laboral, que en muchos casos se inicia a los 22 años. Es decir, al concluir el grado universitario. “A ninguna le van a faltar años, por lo tanto eso no sería un hándicap”, apunta.
Tal y como informó este periódico
, según la legislación actual
las enfermeras deben cotizar un mínimo de 37 años y seis meses para obtener la pensión completa, pero si se les reconociera la jubilación anticipada por penosidad este espacio de tiempo caería hasta los 35 años. Un objetivo que estas profesionales alcanzarían con, aproximadamente, 59 años y medio, según los cálculos del sector.
“La de 60 años es una
edad muy prudente para la jubilación, y con estos niveles la cotización estaría cumplida.
Todo esto tiene que cambiar”, sentencia Ayuso.
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