“Huelga inminente” de Enfermería

Redacción. Madrid
La profesión enfermera ha reaccionado de manera contundente a un nuevo retraso en la aprobación del Real Decreto de prescripción, que tal y como ha informado Redacción Médica, esta semana vuelve a quedarse fuera del Consejo de Ministros de este viernes.

Los presidentes de Satse y del CGE, Víctor Aznar y Máximo González Jurado, salen del Ministerio el pasado mes de septiembre.

El sindicato Satse y el Consejo General de Enfermería han emitido un comunicado conjunto en el que avanzan que convocarán una “huelga inminente en toda España” en caso de Alfonso Alonso no atienda “de inmediato” la petición de reunión urgente que exige también la profesión y de que el ministro no dé una respuesta satisfactoria a sus demandas. La huelga, precisan, será convocada por el Sindicato Satse y avalada y respaldada por el CGE.

Ambas entidades, que además han decidido constituir un gabinete de crisis para establecer las estrategias y acciones a realizar en los próximos días, han calificado la decisión de volver a retrasar la aprobación del Real Decreto de “arbitraria e injustificada”, y han decidido asimismo convocar asambleas en todos los centros sanitarios de España para informar a los profesionales de “la situación crítica” en la que a su juicio deja el Gobierno al colectivo.

Consideran además que se trata de una “falta de respeto a la soberanía popular” ya que recuerdan que el texto cuenta con el aval unánime del Congreso de los Diputados, del Senado y de las 17 CCAA en el seno del Consejo Interterritorial.

Tanto Satse como el CGE han alertado de que el retraso pone “en serio peligro” la campaña de vacunación y en este sentido explican que la situación, generada por la no aprobación  del Real Decreto, va a afectar a toda la asistencia sanitaria que se presta a los pacientes en el país en todos los servicios de salud, tanto en atención primaria como en atención especializada.

Según indican ambas entidades, los enfermeros y enfermeras españoles no podrán vacunar directamente a los 22 millones de personas que cada año reciben su vacunación ya que los profesionales, sin este Real Decreto no pueden hacerlo al tratarse, las vacunas, de medicamentos sujetos a prescripción médica. Por tanto, los pacientes tendrán que ir primero al médico para que éste les realice la correspondiente prescripción de la vacuna y, posteriormente, acudir a la enfermera para su administración.

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