Una enfermera con su paciente.
La próxima ley del Medicamento es esperada con ansias por muchos de los profesionales sanitarios en España. Una nueva normativa que
prevé que la prescripción en diferentes puestos, carentes de esta capacidad hasta el momento, pueda empezar a llevarse a cabo. Los cambios del uso de fármacos en el Sistema Nacional de Salud (SNS) que se recogen en el Anteproyecto de borrador arroja un
rayo de esperanza para las enfermeras a la hora de adquirir esa licencia con el principal objetivo de mejorar la asistencia del paciente.
Sin embargo y pese a la novedad nacional que esto supone, en otros países europeos, esta rama del sector sanitario
lleva tiempo implementando esta medida. La
prescripción no obstante tiene
diferentes requisitos dependiendo de la ley y la regulación establecida en los países, pero que son más flexibles de lo que es en la actualidad en España.
El país pionero en este campo fue
Suecia en 1994, por aquel entonces, la regulación se implementó con una formación necesaria de entre diez y veinte semanas en función de la
especialización de las enfermeras y lograron la autorización tanto a matronas como a geriatría y centros de salud. Es decir, la
prescripción solo podrá ser permitida en aquellos campos especializados concretos.
La especialización y los cursos de formación, pilares en común
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Reino Unido fue el segundo más avanzado en este campo puesto que el avance también llegó a finales de los 90. En este caso, tanto en Inglaterra, Escocia, Gales e Irlanda del Norte las enfermeras podrán prescribir medicamentos si pueden acreditar tres años de experiencia clínica y un curso de tres a seis meses conjuntamente con días de
actividad supervisados por un médico. Esto supone que las enfermeras inglesas podrán realizar una prescripción independiente, suplementaria y bajo protocolo de grupo, además
involucra a todas que hayan cumplido lo solicitado sin necesidad de especialización.
Incorporación en el siglo XXI
Irlanda y Francia fueron los siguientes en unirse al grupo en el año 2006. En el primer caso, las condiciones son idénticas a las de Suecia y la prescripción será colaborativa y restrictiva con el tiempo en el que se desempeña el trabajo. Por otro lado,
Francia requiere del grado universitario y autoriza a todas las personas con la carrera.
Estonia y Finlandia se unieron a finales de la primera década del siglo XXI y ambas comparten los
requisitos indispensables de realizar cursos acordes a la prescripción. En el primer país se requerirán de 120 horas de formación farmacológica y en el segundo 1.125 horas que se dividirán en parte teórica, práctica y prescripción colaborativa que hará que todas las enfermeras de la salud pública puedan ejercer la función.
Por último, las enfermeras en
Noruega pueden recetar medicamentos
en función de su especialización, especialmente aquellas que han completado un programa de
formación adicional. Esto les permite recetar dentro de áreas específicas, como la gestión de enfermedades crónicas o el tratamiento de la salud mental. Y, de una forma similar, las enfermeras especializadas en Dinamarca pueden prescribir medicamentos en función de
su formación avanzada.
"La prescripción enfermera es un acto que contribuye a la mayor calidad de los cuidados"
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La
prescripción en Enfermería sigue avanzando, sin embargo, algunos estudios como el de la Revista Científica de Enfermería, Recien, señala que los
principales problemas que puede acarrear esta materia son “de colaboración en los equipos de salud por tensiones competenciales, insuficientes conocimientos de los profesionales de enfermería sobre farmacología, facilidad para ser manipuladas por la industria farmacéutica con el resultado de incrementos de los costes y mayor utilización inapropiada de medicamentos y una dedicación excesiva a las tareas prescriptoras abandonando las demás actividades tradicionales de la profesión de enfermería”. Pese a ello, también recuerda que “
la prescripción enfermera es un acto que contribuye a la mayor calidad de los cuidados”.
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