Enfermería se suma a la indicación de fármacos para dejar de fumar

El Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (CISNS) ha validado la nueva guía enfermera sobre la indicación, uso y autorización de dispensación de medicamentos para dejar de fumar. Se trata de un marco de referencia destinado a “orientar” las actuaciones de estos profesionales en el tratamiento de personas “en proceso de deshabituación tabáquica” desde el inicio hasta la interrupción de la terapia, recoge el documento, que ha sido publicado este jueves en el Boletín Oficial del Estado (BOE).

Tal y como avanzó Redacción Médica, la Comisión de Farmacia del CISNS había dado ya en marzo el visto bueno a esta guía de indicación enfermera para tratamientos para dejar de fumar, que, para ser oficial, debía ser publicada en el boletín estatal. Este mismo jueves, el BOE recoge también el protocolo de actuación para la indicación de fármacos vinculados a los procesos diagnósticos que requieren de anestesia local.

Respecto a la guía de indicación enfermera de tratamientos para dejar de fumar, el Ministerio de Sanidad ha informado de que el objetivo es “ayudar” a estos profesionales “para mejorar los resultados en salud de las personas que atienden” a través de una atención “integral, colaborativa, de calidad, basada en la evidencia y centrada en la persona”.

Dicho protocolo especifica el modo de actuación de la Enfermería desde el inicio del tratamiento hasta su interrupción, así como en casos en que haya que prorrogarlo o modificarlo. De esta forma, establece entre otras pautas que el enfermero podrá alargar la terapia siempre y cuando se estén alcanzando los objetivos marcados en el momento de la prescripción y que la adherencia del paciente sea adecuada; y que este tratamiento deberá detenerse ante la aparición de efectos adversos no tolerables o el rechazo del propio usuario.

Los grupos de medicamentos incluidos en la guía son los de vareiclina y citisiniclina, en cuya selección “se han tenido en cuenta criterios técnicos basados en la evidencia científica disponible actualmente”. “Se incluyen las opciones de uso preferente en el tratamiento de la deshabituación del tabaquismo, de acuerdo con la bibliografía aportada y considerando criterios de uso racional del medicamento y la eficacia, seguridad y eficiencia de las diferentes alternativas disponibles”, apunta.

Rol "fundamental" de la Enfermería para dejar de fumar

En el documento publicado en el BOE, Sanidad incide en que en la atención a las personas fumadoras “se deben garantizar la accesibilidad al consejo sanitario respecto al consumo de tabaco y la exposición al humo del tabaco ambiental y a los distintos recursos de ayuda para dejar de fumar”. En este sentido, recalca que “el rol del enfermero es fundamental” mediante una “valoración individualizada” del grado de aceptación y adherencia al tratamiento, la vigilancia de efectos secundarios y síntomas derivados del síndrome de abstinencia”.

El gabinete de Mónica García subraya que, al igual que en otros países desarrollados, el tabaquismo es la primera causa de muerte evitable y el principal problema de salud pública en España “tanto por la morbimortalidad que genera como por la disminución que ocasiona en las expectativas de calidad y esperanza de vida”.

Cada año fallecen en España alrededor de 50.000 personas como consecuencia del consumo de tabaco. El 33,1 por ciento se debe a cáncer de pulmón, seguido de enfermedades cardiovasculares (27 por ciento) y enfermedades respiratorias (23 por ciento).

Según Sanidad, en estos últimos años ha ido descendiendo el porcentaje de población fumadora, pero “muy lentamente entre las mujeres” a diferencia de entre los jóvenes, entre los que se aprecia una “marcada tendencia al alza por la incorporación de nuevos dispositivos de administración de nicotina”.