Enfermería espera apoyo unánime a nivel político para lograr el A1 en 2025

Enfermería se prepara para 2025 con unos objetivos fijos: el grupo A unificado, la indicación enfermera y el desarrollo de las especialidades. Estos son los que determinaron los distintos representantes del estamento colegial durante su última reunión en Madrid. La estrategia para lograrlos es clara: continuar con una línea de trabajo común a todas las entidades para alcanzar las metas. En este sentido, los agentes incidirán en todos los niveles de la política: nacional, autonómica y local.

"No sabemos si todos estos asuntos se conseguirán en 2025, pero nuestra intención es seguir laborando en ellos durante el próximo año", ha destacado el vicepresidente del Consejo General de Enfermería (CGE), José Luis Cobos, a Redacción Médica. Asimismo, el miembro de la ejecutiva del organismo colegial ha resaltado que continuarán con las conversaciones con el Ministerio de Sanidad, a la par que sus homólogos autonómicos mantendrán el contacto con las Consejerías regionales. Y es que la competencia en el ámbito de salud depende de las Comunidades Autónomas.

En el caso de la creación de una categoría profesional unificada para todos los graduados universitarios del campo sanitario, la modificación del Estatuto Marco del Personal Estatutario de los Servicios de Salud depende del departamento que encabeza Mónica García, sin embargo, su aplicación se realizará a nivel autonómico, por lo que es necesario el consenso. "Por ello es tan importante para nosotros aunar el discurso de todos los representantes de Enfermería", ha puntualizado Cobos. La creación de un único grupo A es una de las metas de la profesión, ya que implicaría una subida salarial, además de facilitar el acceso a puestos directivos a las enfermeras. Pero, no fijan ningún plazo concreto para su consecución.

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"Esperemos que el apoyo sea unánime para la modificación de la Ley del Medicamento"

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Esta estrategia también se aplica en el fortalecimiento de la indicación enfermera. Para ello, buscan incluir a este perfil en el grupo de profesionales prescriptores -de momento, médicos, odontólogos y podólogos- en la actualización de la Ley del Medicamento. Según Cobos, Enfermería cuenta con el apoyo de Sanidad, pero "al tratarse de una cuestión que debe pasar por el Parlamento", los organismos colegiales buscan "involucrar también a los diferentes grupos políticos". También se incluyen las cámaras legislativas de las comunidades autónomas, ya que este cambio normativo requiere de "coordinación a todos los niveles". "Esperemos que el apoyo sea unánime", ha señalado el representante del CGE.

Un salto que acabaría con las críticas e impulsaría la aparición de nuevas guías de indicación enfermera. De momento, Sanidad ha dado luz verde a 10, las centradas en preparados para el tratamiento de heridas, diabetes mellitus uno y dos, hipertensión, quemaduras, ostomías, anticoagulación oral, fiebre, procedimientos diagnósticos o terapéuticos que requieren de anestésicos locales, deshabituación tabáquica e infección del tracto urinario inferior en mujeres adultas. Se espera que en breves llegue la destinada a fármacos en pro de la salud sexual y reproductiva.

Debate con otras profesiones sanitarias

Más allá de los miembros de la política, el debate debe alcanzar al resto de profesiones sanitarias. Una de las mismas críticas con los objetivos enfermeros es la facultativa. Y es que los médicos no piden un grupo A unificado, sino una categoría por encima de la actual para el gremio. Además, se muestran críticas con la incorporación de las egresadas de Enfermería en la función indicadora, ya que consideran que es una competencia que debe estar en manos de Medicina para mantener un nivel de seguridad óptimo respecto a la ingesta de medicamentos.

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"Nuestro principal objetivo es convencer de que todo esto es por el bien de los pacientes, algo de lo que es consciente el Ministerio"

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Ante este escenario, Enfermería aboga por el diálogo. "Nuestro principal objetivo ahora mismo es convencer de que todo esto es un bien para los pacientes, algo de lo que es consciente el Ministerio", ha aseverado Cobos. El vicepresidente del CGE espera que la entidad gubernamental interceda y facilita la conversación entre ambos sectores sanitarios. A su vez, existen espacios como el Foro de las Profesiones, en los que se pueden plantear las iniciativas y llegar a una solución que responda a los intereses de sendas agrupaciones. "Siempre se puede llegar a acuerdos", ha comentado esperanzado.

Temas a trabajar con las comunidades autónomas

Además de los citados propósitos, los colegios profesionales también han acordado fortalecer las tareas para incitar la implantación de las especialidades enfermeras, aprobadas por Real Decreto hace dos décadas. Un asunto que depende exclusivamente de las comunidades autónomas, que todavía no han logrado la implementación completa de estas disciplinas. “Van lentas y poco coordinadas. Hay que intentar que todas alcancen el mismo nivel de desarrollo”, ha tildado el vicepresidente del CGE.

Enfermería reclama que se construyan en todas las regiones sus categorías profesionales y se establezcan bolsas de trabajo para las especialistas. Además, pide al Sanidad que desarrolle el plan formativo de Enfermería Médico-Quirúrgica, la única de las siete que se mantiene como un proyecto inconcluso 20 años después. "Se han iniciado las conversaciones para darle salida", ha revelado Cobos. Una rama para la que estudian distintas soluciones. Por ejemplo, la Federación de Servicios Sociosanitarios de CCOO (FSS-CCOO) aboga por dividirla en dos: Crítica-Urgencias y Cuidados Paliativos e Infecciosas.

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"Hay que intentar que todas las comunidades autónomas alcancen el mismo nivel de desarrollo respecto a las especialidades enfermeras"

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Además, los asistentes a la cumbre se emplazan a tratar temas internos de índole organizativa. Por un lado, la reforma de los estatutos de la profesión, inalterables desde 2001, y la actualización del Código Deontológico de Enfermería, con la misión de traer la profesión al siglo XXI y hacerla más abierta. Tanto estos puntos como los anteriores están orientados tienen un final mayor: repercutir de una manera más positiva en la vida de todas las personas que acudan al Sistema Nacional de Salud.