El presidente del CGE, Florentino Pérez Raya
Las
guías de indicación enfermera marcan el avance de la profesión en la asistencia sanitaria. Su aplicación en las comunidades autónomas convierte a las sanitarias en voces autorizadas sobre el uso del medicamento que se incluye en sus páginas. Un tipo de documento contra el que se han alzado los gremios tradicionalmente prescriptores, como médicos y odontólogos. Sin embargo, en ocasiones,
encuentran posiciones opositoras desde Enfermería. Y es que determinadas organizaciones han señalado que las competencias sobre algunos fármacos deberían recaer únicamente en las especialistas. El organismo colegial responde que estos dosieres están pensados para
satisfacer tanto a trabajadoras con formación especializada como a aquellas que no la ostentan.
"Las guías contemplan algunos medicamentos de uso por parte de las enfermeras especialistas y otros para estas y generalistas", han puntualizado fuentes del Consejo General de Enfermería (CGE) a
Redacción Médica. Es más, la institución ha agregado que "intentan dar respuesta y
cobertura a las diferentes realidades asistenciales que hay en el conjunto del sistema sanitario español".
No obstante,
ninguna de las nueve guías publicadas por el Ministerio de Sanidad hasta la fecha
cuenta con un apartado dedicado a los fármacos con los que únicamente pueden trabajar las enfermeras tenientes de alguna de las siete especialidades existentes. Sus textos se refieren al conjunto de la profesión en los informes centrados en tratamientos para heridas, diabetes mellitus uno y dos, hipertensión, quemaduras, ostomías, anticoagulación oral, fiebre, procedimientos diagnósticos o terapéuticos que requieren de anestésicos locales, deshabituación tabáquica e infección del tracto urinario inferior en mujeres adultas.
"Las guías intentan dar respuesta y cobertura a las diferentes realidades asistenciales", han remarcado desde el CGE
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Hay que destacar que los manuales disponibles en la actualidad
no se focalizan en preparados específicos de ninguna de las especialidades. Y es que medicamentes como paracetamol, ibuprofeno o heparina pueden entrar en el campo de actuación de la enfermera Pediátrica, Geriátrica o Familiar y Comunitaria, pero también en el de la generalista. Sin embargo, esto podría cambiar con
la aparición de las tres futuras guías, pensadas para el campo de la salud sexual y reproductiva.
Las matronas reivindican su papel en la indicación
El CGE pretende establecer parámetros que permitan indicar a ambos grupos del sector. Sin embargo, no todos los miembros del ámbito profesional están de acuerdo. Y es que
la Asociación Española de Matronas aboga por ofrecer las guías
únicamente a las sanitarias que cuenten con la formación suficiente para poder trabajar con un determinado medicamento. Una batería de conocimientos que va más allá de la instrucción en Farmacología que reciben durante el grado universitario y entronca directamente con la especificidad de la vía EIR o la labor prolongada en un servicio afín.
Fuentes de la organización de las matronas han respondido a este diario que las tres próximas guías -consulta preconcepcional, anticoncepción y náuseas-
deberían únicamente dar la competencia de indicar a las profesionales que representa. "En el ámbito de la Medicina está clarísimo que los facultativos generalistas no se meten en las funciones de los médicos especialistas de Traumatología o Reumatología. Lo mismo debería suceder en este caso", han añadido.
"Un médico general no se mete en el ámbito del especialista, algo que debería suceder en Enfermería", ha dicho el ente de las matronas
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La Asociación Española de Matronas fundamenta su postura en la preparación de las profesionales y por ende en la salud de la paciente y el feto que porta. Por su parte, el organismo colegial ha afirmado -como contestó a los médicos en su momento- que
el conjunto de las enfermeras está preparado para tomar decisiones sobre la mayoría de fármacos que se emplean gracias a su formación.
Precisamente, las diferencias entre ambas organizaciones hicieron que las representantes de las matronas
abandonarán las mesas de trabajo en las que se dialogaba sobre las futuras guías de trabajo. Desde entonces, su elaboración recae en el CGE.
Llegan tres nuevas guías en 2025
Pese a que este conflicto se podría repetir con otros preparados y especialistas, el CGE mantiene su hoja de ruta hacia el surgimiento de un mayor número de guías enfermeras. En este sentido, la entidad confía en que el trío de manuales dedicadas a fármacos del área sexual y reproductiva vean la luz
a principios de 2025. El organismo colegial asegura que "las guías avanzan a un ritmo parecido" y que estarán disponibles a la vez.
El paso definitivo sería la aprobación por parte del Comisión permanente de Farmacia, en la que esta el CGE, pero también la Organización Médica Colegial (OMC).
Se espera que no haya problemas en su validación, a pesar de las críticas vertidas por el ente facultativo hacia la última guía publicada -la especializada en preparados para la infección del tracto urinario en mujeres adultas-, la cual
llegó a recurrir, por no garantizar la seguridad de las pacientes.
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