Hay que ser muy constantes para llevar a cabo un perfecto control de la infección.
Que los hospitales están llenos de
microbios y gérmenes es algo que es voz populi, pero la forma en que se transmiten ha dejado con la boca abierta a más de uno. Y es que en España la tasa de
infecciones nosocomiales es un 7%, una cifra inferior a la media de la UE, pero que no deja de ser alarmante. Gran parte de estas infecciones son provocadas por gérmenes presentes en las habitaciones y que encuentran en el
uniforme de las enfermeras el vehículo ideal para hacer sus fechorías. En las
UCIS el problema se agrava, ya cualquier complicación puede tener más repercusión que en otro tipo de pacientes.
En concreto, son las mangas y los bolsillos de la vestimenta del colectivo enfermero donde más se acumulan estos microbios. Lo dice un estudio de la
División de Enfermedades Infecciosas del Duke University Medical Center de Durham en Carolina del Norte (EE.UU), que ha sido presentado recientemente en la IDWeek 2016, la reunión anual de la Sociedad Americana de Enfermedades Infecciosas.
Para llevar a cabo el estudio se analizó la transmisión de bacterias conocidas por ser particularmente problemáticas en los hospitales, ya que son resistentes a muchos antibióticos, como
Staphylococcus, Stenotrophomonas maltophilia, Acinetobacter baumanii complex, Klebsiella pneumoniae y Pseudomonas aeruginosa.
“Muchas de las prácticas inadecuadas que hacemos y que pueden poner en riesgo la seguridad de los pacientes en la UCI redundan en un menoscabo en la salud laboral de nuestros enfermeros. Es clave hacer un correcto uso de la ropa del hospital en función del área en la que trabaja, la necesidad de lavarse de forma adecuada las manos después de la intervención de los pacientes, desechar los equipos como por ejemplo los guantes….”, ha explicado
Antonio Moreno, secretario general de la Asociación de Especialistas de Enfermería del Trabajo a
Diario Enfermero.
Moreno recomienda ser muy constantes para llevar a cabo un
perfecto control de la infección. Por ejemplo, para evitar que aparezcan hay que hacer especial hincapié en el lavado de manos después de visitar a todos los pacientes, el uso de guantes y las batas desechables durante el tratamiento y la limpieza regular y en profundidad de las habitaciones de los enfermos.
Los autores del estudio han conclúido que el 18% de las infecciones provienen de la misma bacteria y de esas transmisiones, el 27% es causado de paciente a enfermera, otro 27% de la habitación a la enfermera y el 45% del paciente a la habitación.
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