La edad es un factor clave a la hora de sufrir acoso durante las prácticas clínicas.
La
intimidación y el
acoso sufrido por estudiantes de
Enfermería de cuarto curso durante sus
prácticas clínicas llega a generar el
ausentismo de sus
obligaciones. Este dato es una de las muchas
consecuencias generadas por el acoso recogidas en el artículo ‘Análisis de la intimidación y acoso experimentado por estudiantes de Enfermería de cuarto curso durante sus prácticas clínicas’, publicado en la
Revista Española de Salud Pública.
El estudio se basó en las respuestas realizadas por estudiantes del Grado en Enfermería durante el curso académico 2021-22 y que habían completado todos los prácticums clínicos de la formación reglada del Grado en Enfermería de la
Universidad de León. En total se recogieron
83 encuestas en estudiantes de cuarto curso de la
Universidad de León, 54 en el
Campus de León y 29 en el
Campus de Ponferrada. Unas de las consecuencias generadas por la intimidación y el acoso durante las prácticas clínicas fue el absentismo de
21 estudiantes (el 25 por ciento) en alguna ocasión. Por otra parte,
16 estudiantes (19,3 por ciento) vieron afectados negativamente el
nivel de atención prestado a los pacientes.
Otro aspecto que destaca el estudio es que los estudiantes de prácticas
no nacidos en España declararon haber sido
acosados alguna vez durante sus con mayor frecuencia que los nacidos en nuestro país (75 por ciento frente al 24,1 por ciento). Respecto a las personas que ejercieron
intimidación y/o
acoso, los estudiantes identificaron a los
familiares/acompañantes (26/83) como los más frecuentes, siendo los
supervisores el segundo grupo más numeroso (23/83).
La edad de los estudiantes, factor determinante ante el acoso
Respecto a si los estudiantes habían sido amenazados con
violencia física en alguna ocasión durate las prácticas clínicas, el estudio muestra una
frecuencia muy reducida. Pese a ello, cinco participantes afirmaron haber sido amenazados con
violencia física ocasionalmente.
Una de las conclusiones que la investigación ofrece es que la
edad parece ser un factor determinante, ya que
los estudiantes con un promedio de edad menor padecen una mayor tasa de intimidación y acoso durante el último año por parte de los
médicos, de los
pacientes y de los
familiares y/o
acompañantes.
Eliminar barreras para denunciar los actos de intimidación y acoso
Los autores del estudio consideran que
los estudiantes de Enfermería denuncian en un porcentaje mínimo estos episodios, identificando esta investigación varias
barreras que dificultan el proceso, como son la creencia de que forma parte del trabajo o de que no se va a hacer nada, el
miedo a verse perjudicados o el desconocimiento de cómo y dónde llevar a cabo dicha denuncia.
Ante las
reacciones ofrecidas por parte de los estudiantes en prácticas, el estudio recomienda a las instituciones implicadas liderar la
implementación de estrategias que, por una parte, promuevan la
eliminación de las barreras para denunciar los actos de intimidación y acoso, y por otra parte, faciliten una
cultura de trabajo y aprendizaje positiva, donde los estudiantes sean tratados con respeto y reconocimiento. De esta manera, se espera que se puedan prevenir los episodios de intimidación y acoso durante las prácticas clínicas, mejorando el bienestar psicológico de los estudiantes de Enfermería.
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