La automedicación es un fenómeno global de relevancia creciente que ha aumentado en los últimos años en la población general española, un hecho del que no se ‘libran’ los profesionales sanitarios. Por ello, un grupo de expertos del hospital Clinic de Barcelona han querido realizar un estudio que analice está práctica entre las enfermeras de las Unidades de Cuidados Intensivos de su centro. Un estudio del que se ha resuelto que el
41,2 por ciento del personal encuestado consumía alcohol, tabaco y otras drogas.
El estudio, publicad en
la revista Nure Investigación se ha realizado mediante parámetros de tipo transversal y unicéntrico durante marzo de 2019, muestra además que la tasa de automedicación entre las enfermeras era del
80,7 por ciento. Un hecho que estaba mayoritariamente ligado al tipo de
contrato de participantes, es decir, las personas con una estabilidad laboral más débil tendían más a consumir este tipo de productos.
DOCUMENTO | Acceda aquí al estudio publicado por Nure Investigación
Así las cosas al comparar el tipo de contrato laboral con la automedicación, se resuelve que los profesionales con contrato indefinido se automedican un 71,7 por ciento y no el 28,3 por ciento. Los suplentes con horario laboral estable se automedican el
89,1 por ciento y no el 10,9 por ciento. Y los suplentes con horarios laborales inestables se automedican el 100 por cien.
Según muestran los resultados, la principal causa por la que se han automedicado las profesionales son el dolor, las alergias, las infecciones y los problemas relacionados con el sueño. Además, la mayoría se ve capacitada para automedicarse. De hecho, en la parte de la encuesta en la que preguntan
en qué se basa para automedicarse, la mayoría se apoya en su experiencia personal (53 por ciento) y sus conocimientos de farmacología (46,7 por ciento).
El tipo de drogas y las dolencias que provocan el autoconsumo
Los datos presentados fueron recogidos mediante una encuesta, también comparan el tipo de contrato laboral y la principal causa de automedicación. El personal indefinido consume en primer lugar fármacos para el dolor (93 por ciento) seguido por los p
roblemas de sueño (7 por ciento). Los suplentes con horario estable consumían también fármacos para el dolor (87,8 por ciento), problemas de sueño (9,8 por ciento) y
otros fármacos (2,4 por ciento). Los suplentes con horarios inestables consumen en primer lugar fármacos para la alergia (50 por ciento), seguido del dolor (25 por ciento) y para los problemas de sueño (25 por ciento).
El 87 por ciento de los fármacos que se consumen son analgésicos y antiinflamatorios
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Respecto al c
onsumo de drogas, el 58 por ciento aseguraban que no, mientras que consumían alcohol un 11,4 por ciento de las encuestadas, tabaco el 9,6 por ciento, ambas sustancias el 8,4 por ciento y otras el 1,8 por ciento.
De otro lado, analizan las variables de tipo de contrato laboral y grupo farmacológico más consumido, se puede observar que los que tienen contrato indefinido consumen analgésicos/antiinflamatorios (93 por ciento), seguido de somníferos (7 por ciento). Los suplentes con horario estable c
onsumen analgésicos/ antiinflamatorios (92,7 por ciento), somníferos (4,9 por ciento) y antihistamínicos (2,4 por ciento). Los suplentes con horarios inestables consumen antihistamínicos (50 por ciento) analgésicos (25 por ciento) y somníferos (25 por ciento).
Con una muestra fue de 114 enfermeras, la mayoría de las personas que contestaron eran mujeres (81,6 por ciento) y tenía entre 22-30 años (40,4 por ciento). El 52,6 por ciento de los encuestados era personal fijo. Así, resumen que los
motivos más comunes, por los cuales las enfermeras refirieron automedicarse, son el dolor como causa principal, con un 84,8 por ciento, seguido de los problemas de sueño con un 9,8 por ciento, las alergias con un 4,3 por ciento y finalmente de otras causas con un 1,1 por ciento. Estos resultados, concuerdan bastante con el
grupo farmacológico más consumido por el personal, ya que, en primer lugar, se encuentras nos analgésicos y antiinflamatorios con un 87 por ciento, seguido de los somníferos con un 7,6 por ciento y los antihistamínicos con un 5,4 por ciento.
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