Florentino Pérez Raya, presidente del Consejo General de Enfermería.
“¡Basta ya!” Así de contundente se muestra el
Consejo General de Enfermería durante la celebración del
Día Internacional de las Enfermeras, que se conmemora este jueves, 12 de mayo. La institución que regula la profesión de las más de
325.000 enfermeras y enfermeros de España considera inadmisible el "desprecio y el maltrato" de las administraciones después de años de recortes en Sanidad y 24 meses de trabajo incansable para luchar contra
la pandemia de Covid-19.
“Nuestras compañeras y compañeros están
exhaustos después de dos años durísimos, en los que, sin pensarlo, se pusieron frente a frente a luchar contra el virus desde el primer momento. Nadie, en ningún momento, dudó de que las enfermeras debíamos estar en primera línea. La población y los políticos nos aplaudieron todo este trabajo durante meses, pero parece que todo eso ha quedado atrás. Vemos cómo siguen teniendo j
ornadas eternas, doblando turnos, renunciando a días libres y vacaciones… Una gran mayoría tiene que convivir con contratos precarios de días e incluso horas, y condiciones indignas. Llevamos años y años aguantando y es momento de parar y exigir que se cumplan nuestros derechos”, afirma
Florentino Pérez Raya, presidente del Consejo General de Enfermería.
Para el líder colegial, esta sobrecarga de trabajo está propiciada por la gravísima escasez de enfermeras con las que cuenta España, que tiene una de las ratios más bajas de Europa con
6,1 profesionales por cada 1.000 habitantes frente a las 8,6 de media que tiene la Unión Europea. En la actualidad, se necesitarían
120.000 enfermeras más para poder dar soporte de manera óptima al sistema. Esta situación, denuncia Pérez Raya, “es insostenible y genera una sobrecarga asistencial que se vive como algo normalizado en el día a día, cuando se trata de algo que debería ser excepcional, y que pone en peligro la seguridad de las enfermeras, pero también de los pacientes”.
Enfermeras piden el apoyo social
Desde el Consejo General se considera que una fecha como esta, en la que la profesión tendría que celebrar y festejar su papel imprescindible en el Sistema Nacional de Salud, queda totalmente deslucida por la situación a la que se enfrentan en su día a día en todos los niveles asistenciales. Por este motivo, lanza una campaña de denuncia en la que reivindican el apoyo de la sociedad.
“Los políticos siguen sin escucharnos, pero los ciudadanos sí nos reconocen”, reza la iniciativa, en la que se ha salido a la calle para recabar mensajes de apoyo para las enfermeras. Además, desde la institución se anima a todo aquel que lo desee a compartir su mensaje con el hashtag
#YoApoyoALasEnfermeras. También a través de cuñas de radio en las grandes cadenas nacionales se solicita a la sociedad estos mensajes masivos de apoyo en redes sociales.
“Las enfermeras son unas heroínas”, “debemos reconocer su labor”, “es increíble lo que hacen”, “sin ellas no hay nada”, “los políticos deben bajar al barro”, “no les ayuda” y
“los políticos no tienen vergüenza” son algunos de las primeras frases que ya se han recibido. El objetivo es conseguir trasladar a la población de a pie
la problemática a la que se enfrentan esas enfermeras que ayudan, cuidan y educan para la salud durante todas las etapas de la vida, desde el nacimiento hasta la muerte.
Reivindicación histórica del grupo A1
En un mensaje enviado a todos las enfermeras y enfermeros de España, Pérez Raya ha recordado que desde la institución que preside no van a cesar en su empeño de conseguir que la administración reconozca
el nivel A1 a las enfermeras de la sanidad pública. “Resulta inaceptable que con un título de grado como el de Enfermería no tengamos el mismo nivel que el resto de las titulaciones de Grado. Esta más que claro que
existen intereses corporativistas en que sigamos perteneciendo al grupo A2 para mantener un techo de cristal que nos impida crecer como gestores y acceder a puestos de máxima responsabilidad para los que estamos sobradamente preparados y preparadas. Movimientos que son clasistas porque cuando se trata de otros profesionales (como los economistas, biólogos, periodistas...) no tienen objeción, aunque ambas titulaciones tienen i
dénticos créditos académicos que la nuestra”, asevera.
Desarrollo de especialidades de Enfermería
Las especialidades son otra de las grandes reivindicaciones de la profesión. Tal y como asegura Pérez Raya, “en esta cuestión nos encontramos ante un a
bsoluto abandono del Estado y de las Comunidades Autónomas”. Aprobadas hace ya 17 años, su desarrollo continúa estando a años luz de las necesidades asistenciales de los pacientes y de nuestra profesión. “No apuestan por las especialidades porque lo que les interesa es un
modelo de enfermera generalista, de enfermera para todo, que resulta más barato y resta complejidad a la organización del sistema sanitario, aunque es contrario a las necesidades del paciente y nuestro crecimiento profesional. Exigimos que se creen las
categorías profesionales específicas de enfermeras especialistas y que se cataloguen los puestos de trabajo en todas las CC.AA. de una vez por todas, que se abonen las especialidades como corresponde diferenciándolas de una enfermera generalista y que se desarrollen nuevas especialidades necesarias para dar respuesta a las necesidades de los ciudadanos y pacientes, desbloqueando la especialidad de
Enfermería Medico Quirúrgica que lleva aparcada 17 años”, recalca.
Formación ‘low cost’
Por último, las enfermeras dicen “basta” a ninguneos como el que se está originando desde hace meses, con la creación de un nuevo modelo profesional de gestión sociosanitaria. “
El Gobierno quiere un nuevo modelo de profesional ‘low cost’, creando técnicos en cuidados y en geriatría que hagan nuestro trabajo cobrando mucho menos y generando menos problemas, movimiento que va en detrimento de la salud y seguridad de las personas. La
formación profesional de supervisión sociosanitaria es el colmo del despropósito y no lo vamos a tolerar, ya que apostando por las enfermeras especialistas en geriatría y generalistas el problema estaría resuelto”, resalta Pérez Raya.
En definitiva, las enfermeras tienen claro que este
12 de mayo hay poco que celebrar y mucho que reivindicar. Por eso, consideran que es hora de salir a la calle, luchar y exigir los derechos que la profesión se merece. “Tenemos que ser una piña en toda la estrategia de acciones que estamos desarrollando para poner a la profesión enfermera en el verdadero lugar que debe ocupar por su formación, su responsabilidad,
su excelencia profesional y su capacidad innata de crecimiento y entrega por los pacientes”, concluye.
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