Crece en la profesión el interés por trabajos como influencer o podcaster.
No es extraño que los
profesionales de la Medicina dediquen parte de su tiempo libre a realizar un
trabajo secundario. Se calcula que uno de cada cuatro lo hace, bien para aumentar sus ingresos o para desarrollar alguna de sus habilidades. Tradicionalmente, este tipo de labores han estado orientadas a la docencia o la participación en conferencias o ponencias. A raíz de la pandemia, no obstante, han cobrado relevancia labores asociadas a internet y las redes sociales, como las de
‘influencer’ o ‘podcaster’ sanitario.
Estas son algunas de las actividades que se encuentran en auge entre los facultativos que buscan añadir un pequeño ‘extra’ a su nómina habitual, deslizan desde M3 Global Research. De forma general, estos trabajos seducen sobre todo a
médicos jóvenes, “especialmente en plataformas con
contenidos audiovisuales”, aunque cada vez es más natural encontrar
perfiles senior. Estos últimos, no obstante, parecen preferir las aplicaciones y páginas de
‘microblogging’.
Los médicos buscan en las actividades secundarias un sobresueldo o mejorar habilidades
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Las
redes sociales se han convertido, de hecho, en un canal mediante en el que los facultativos vierten información de índole sanitario. Otros las utilizan también para el marketing, bien de su propia marca o de productos de otras empresas. “Normalmente se le paga por la cantidad de clics o ventas que se realicen a través de un enlace de afiliado”, explican las fuentes consultadas del sector.
Las actividades secundarias ‘preferidas’ por los facultativos, en cualquier caso, siguen siendo la participación en
conferencias y ponencias, la docencia a
tiempo parcial o el peritaje médico. Entre otros trabajos, también seducen a los profesionales el
escribir libros o columnas en medios de comunicación, la tutoría o la
telemedicina.
¿Cuántos médicos hacen actividades complementarias?
Según un reciente informe, el
24 por ciento de los profesionales médicos realiza
actividades complementarias más allá de su labor asistencial habitual. Casi ocho de cada diez son mayores de 45 años, y el 58 por ciento son varones.
Eso sí, a muy pocos (11 por ciento) se les pasa por la cabeza la idea de dejar su puesto principal en la consulta para dedicarse definitivamente a esta segunda actividad. “El motivo de estas actividades adicionales par algo más de la mitad es conseguir
ingresos extra,
cuya mediana asciende a 7.000 euros anuales”, recoge este estudio.
El citado informe sobre actividades complementarias de los médicos revela también una significativa
brecha de género en estos pluses del trabajo. De hecho, los varones llegan a cobrar hasta el doble cada año por este tipo de actividades que sus compañeras mujeres.
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