José Luis Escrivá, ministro de Transformación Digital y ahora también de Función Pública
El incremento en el
Índice de Precios al Consumo (IPC) correspondiente al año 2023 ha intensificado la presión sobre el sector público a la hora de alcanzar un
acuerdo en las negociaciones salariales. La inflación ha cerrado el ejercicio en un 3,1 por ciento, de acuerdo al dato publicado este viernes por el Instituto Nacional de Estadística (INE). La cifra ha allanado el camino para que finalmente se produzca una nueva subida del sueldo para médicos o enfermeros, aunque ahora está condicionada por las discrepancias entre el Gobierno y los sindicatos.
Este escenario se enmarca en torno al ‘
Acuerdo de la Administración del Siglo XXI’, firmado entre los sindicatos y Hacienda en 2022, que establece un
mecanismo de ajuste salarial compuesto por una parte fija y otra variable. Según los términos del acuerdo, la
evolución del IPC es una condición fundamental para determinar las subidas salariales en el año 2024.
En este sentido, se contempla una
subida del 2 por ciento sobre la base de las retribuciones ya incrementadas el año anterior. Sin embargo, se añade la
posibilidad de un 0,5 por ciento adicional en caso de que el IPC acumulado entre 2022 y 2024 supere las alzas previamente acordadas, lo que ya se da por cumplido en este ejercicio, a la espera del resultado del que viene.
Descontento de los sindicatos sanitarios
A pesar de estas disposiciones
, los sindicatos han expresado su preocupación porque las
subidas salariales de los sanitarios no se materialicen debido a la ausencia de estas medidas en las últimas leyes. Actualmente, todavía está
pendiente de ser aplicado el plus del 0,5 por ciento ligado el PIB, que se suma a la subida del 2 por ciento fijada en dicho acuerdo.
La
falta de cuentas presupuestarias por parte del Gobierno es una de las cuestiones que más tensa a los sindicatos en este sentido. Por ello, CCOO reclama que se deberían haber incluido en la
prórroga de medidas aprobadas el pasado miércoles para afrontar la inflación y que así pudiesen ser
efectivas a partir del uno de enero.
El pasado mes de octubre el Gobierno dio luz verde a otro
incremento salarial variable del 0,5 por ciento con carácter retroactivo
desde el uno de enero de 2023. En esa ocasión, la subida dependía de que
el IPC Armonizado de 2022 y el adelantado de septiembre de 2023
superara el 6 por ciento. Este requisito que se cumplió, ya la cifra se elevó al 8,7 por ciento.
El otro 0,5 por ciento aún
pendiente de cumplir está condicionado a que el PIB nominal iguale o supere el 2,1 por ciento en los PGE. Es una condición que se da por hecha, puesto que
el Banco de España habla de un 2,3 por ciento y Bruselas, de un 2,4 por ciento.
Pesimismo de los sindicatos en su cumplimiento
Desde
CCOO se han mostrado
pesimistas en cuanto al cumplimiento de estos estándares y apuntan a abril o mayo como horizonte para comenzar a aplicar las cuentas actualizadas. Esto quiere decir que durante esos meses de 2024, los sanitarios
no percibirán en sus respectivas nóminas los ‘pluses’ contemplados en el Acuerdo Marco ni la cuantía anual correspondiente a 2023 del incremento del 0,5 por ciento ligado al PIB.
Según una estimación del
Sindicato Médico Andaluz, el salario bruto de los facultativos en 2023 con la aplicación de la
subida del 0,5 por el IPCA asciende a 54.471 euros de media. a. El aumento retroactivo del otro 0,5 por ciento supondría un aumento hasta los 54.743 euros.
Junto a esto,
la subida fija del 2 por ciento para 2024 supondrá un
aumento salarial de cerca de 1.095 euros anuales. Esta cifra supondrá que los facultativos del sector público reciban, de media,
55.838 euros a lo largo del próximo año, si los plazos se cumplen, cosa que no se está llevando a cabo en la actualidad.
Las informaciones publicadas en Redacción Médica contienen afirmaciones, datos y declaraciones procedentes de instituciones oficiales y profesionales sanitarios. No obstante, ante cualquier duda relacionada con su salud, consulte con su especialista sanitario correspondiente.