Oficina de empleo.
El último trimestre del año 2018 supuso un notable varapalo para el
empleo sanitario en España. Así lo desprenden los datos de la última
Encuesta de Población Activa (EPA), que reflejan una
pérdida de 30.900 puestos de trabajo respecto a la edición del mes de septiembre. En base a ella, el número de ocupados dedicados a las actividades sanitarias se sitúa en
1.092.800 trabajadores que se enfrentan a un ligero pero creciente aumento de la
temporalidad.
Pero, pese a esta considerable bajada de 30.900 puestos de trabajo,
el último trimestre de 2018 ha sido más positivo que el segundo.
En los meses de junio a septiembre, el empleo del sector salud cayó
34.700 puestos de trabajo.
Los sanitarios con entre 50 y 59 años han sido los más dañados con esta merma del empleo
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En un sector de marcado carácter femenino, las mujeres han sido las más perjudicadas en esta merma de la empleabilidad. Según los datos de la EPA,
21.400 de los 30.900 puestos de trabajo que se han perdido eran
ostentados por mujeres. Es decir, un 69,25 por ciento del total.
Además del género,
el número de parados que han engrosado las listas del INEM tiene un marcado caracter de edad. En una subdivisión por los años de los cotizantes, la sanidad y los servicios sociales han sufrido la pérdida de empleo más notable en los
trabajadores de entre 50 y 59 años.
Este
último trimestre de 2018 ha estado marcado por otro condicionante muy negativo: la
temporalidad, que ha crecido un 0.7 por ciento situándose en el denominador común del 15.6 por ciento de los contratos. En este aspecto, la temporalidad también tiene un detonante femenino al darse un
17,1 por ciento de las veces en mujeres y un 10,7 por ciento en hombres.
Contratos temporales
Respecto a los asalariados dentro del sector, la sanidad sigue marcada por uno de sus 'grandes males':
el exceso de empleos temporales. Se han firmado 218.300 contratos con, además, una duración bastante baja. El 25,5 por ciento de las rúbricas para trabajar en la sanidad de este tercer trimestre fueron para
trabajar menos de tres meses.
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