El examen EIR reduce el número de imágenes aunque mantiene su dificultad

El Examen EIR 2025 ha vuelto a dejar una sensación agridulce entre los aspirantes. Y es que, la prueba para Enfermería de este año ha reducido su dificultad en comparación a la del año pasado pero, por otro lado, los aspirantes reconocen que sigue siendo un examen “imposible” y “muy difícil”, aunque "asquible" para quien haya estudiado. Con un enfoque más práctico y menos teórico, el examen de este año ha priorizado preguntas relacionadas con el día a día de la profesión enfermera, consolidándose como una evaluación más cercana a la realidad clínica.

Según las impresiones de los aspirantes recogidas por Redacción Médica, este año Enfermería Comunitaria ha tenido mucho peso en la prueba, que como novedad, este año ha reducido el número de preguntas con imágenes, pasando de 15 a 10, un cambio que ha sido bien acogido por los aspirantes.

En este sentido, otro de los aspectos más destacados del EIR 2025 ha sido la reducción de preguntas excesivamente teóricas, que en años anteriores habían sido motivo de queja entre los candidatos. “Este año, las preguntas han estado más orientadas hacia situaciones prácticas y cotidianas de la profesión enfermera”, cuenta una de las enfermeras que se ha presentado al examen. Precisamente, el examen de hace un año fue calificado como "tedioso" por el excesivo número de preguntas centradas en legislación y protocolos. 

Más peso para Comunitaria

El test ha puesto el acento en la especialidad de Enfermería Comunitaria, un área que ha acaparado una parte importante de las preguntas. Temas como la promoción de la salud, la prevención de enfermedades y el manejo de patologías crónicas en el ámbito comunitario han sido recurrentes.

A pesar de ser percibido como más asequible que el del año pasado, los aspirantes reconocen que el EIR 2025 sigue siendo una prueba “imposible” para la mayoría de las enfermeras. La sensación general es que, aunque el examen ha sido más manejable, la competencia por una plaza sigue siendo feroz. También reconocen que el número de preguntas “imposibles” sigue siendo muy alto. Pese a todo, el trabajo ya está hecho y toca esperar los resultados.