En la especialidad señalan que los 'nuevos veranos' marcados por las olas de calor requerirán un aumento de plantilla

Los dermatólogos Héctor Perandones, José Juan Pereyra, María del Mar Pestana y Juan Antonio Ratón analizan los efecto que las olas de calor y los 'nuevos veranos' pueden acarrear a la oferta MIR de la especialidad
Héctor Perandones, José Juan Pereyra, María del Mar Pestana y Juan Antonio Ratón.


9 jul. 2023 15:45H
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La incidencia de la exposición solar prolongada tendrá un efecto directo en los casos futuros de cáncer de piel, aumentando no solo la prevalencia de la enfermedad, sino que también sus casos. Por ello, y para tratar de dotar de recursos suficientes a la especialidad de Dermatología, varios de sus profesionales creen que sería positivo que hubiera un incremento de las plazas MIR de la especialidad en las próximas ediciones.

“Teniendo en cuenta cómo están dotados los Servicios de Salud, entiendo que un 30-40 por ciento más de especialistas harán falta. Habría que estudiarlo, pero entre las jubilaciones que habrá y el déficit estructural que tenemos, se necesitaría un mínimo del 30 o 40 por ciento de incremento”, comenta a este diario José Juan Pereyra, jefe de Sección de Dermatología en el Hospital Universitario Virgen del Rocío (Sevilla). Misma opinión comparten María del Mar Pestana y Juan Antonio Ratón, tutores de residentes de Dermatología en el Hospital Universitario de Canarias y en el Hospital Universitario de Cruces (Bizkaia), respectivamente.

Si en la actualidad se ofertan unas 80 plazas en Dermatología, Pestana calcula que llegar a las 100 sería un número adecuado para nutrir a la especialidad de profesionales sanitarios suficientes. “Hace falta gente, cuántos exactamente no lo sé. Pero estaría bien que ofrecieran un cuarto más de lo que se ofrece ahora”, incide la facultativa. Un reparto que debería ser “homogéneo” en todo el país, y no dependiendo de las zonas donde más enfermedades dermatológicas se diagnostiquen.

No obstante, una de las cuestiones que plantean desde la especialidad es que ampliar la oferta en el MIR repercutirá, para bien, a toda patología dermatológica. Además, si se confirman las previsiones y en los próximos años España contará con más casos de cáncer de piel, habrá “más motivo” para incrementar la oferta MIR en Dermatología. Un incremento de plazas que debería tener una tendencia al alza por “una buena atención dermatológica”, señala Ratón.

Sin embargo, desde Castilla y León no terminan de adherirse a esta línea de pensamiento. Y es que, Héctor Perandones, tutor MIR de Dermatología en el Hospital Universitario de León, recalca que lo que hay que reforzar son los Servicios de la especialidad en todo el sistema sanitario, no tanto las plazas para los residentes: “Hay una carencia de dermatólogos en los hospitales públicos. Hay que estimular y crear plazas y servicios para satisfacer esta necesidad”. A su vez, Perandones incide en que el cáncer de piel es “uno de los más frecuentes” del ser humano, por lo que su demanda es “muy grande”. Razón por la cual habría que fortalecer las plantillas de la especialidad, afirma.


Sin necesidad de cambiar el programa formativo


A pesar de que los dermatólogos españoles sí ven necesario aumentar las plazas en sus Servicios, bien mediante convocatoria MIR o por contratación de personal, recalcan que ni el programa formativo ni el periodo de residencia debería cambiar para hacer más hincapié en las enfermedades que parten de la exposición solar extrema. “El programa formatico ya está diseñado para que los residentes se formen de forma adecuada en la prevención como en el tratamiento de las lesiones que una exposición solar no controlada pueda provocar”, subraya Ratón.

Los efectos que las olas de calor y sus radiaciones ultravioletas puedan provocar y generar en la piel de los ciudadanos está “bien recogido” en el programa formativo de la especialidad, tal y como aseguran los facultativos. “Lo manejamos, estudiamos y machacamos bien. Los residentes tienen bastante concienciación del daño que la exposición solar hace sobre la piel”, añade Pestana. “El programa formativo tiene una parte muy importante de cáncer de piel, su prevención y el precáncer de piel, así como otras enfermedades que tienen una clara relación con el sol, como puede ser el lupus cutáneo u otra fotodermatosis. Por lo tanto, el programa está bien y no habría que cambiarlo”, especifica Pereyra.

Perandones, por su parte, opina que la Oncología cutánea y la cirugía tienen “un gran peso” durante la residencia y todo el periodo formativo, con una carga “muy importante” en horas de docencia y rotación. Indica que su protagonismo seguirá siendo relevante por el incremento de casos de cáncer de piel que habrá en los próximos años. Por una parte, Perandones señala que el envejecimiento de la población afectará en ese aumento de casos. Y, por otra, indica que la mayor radiación solar que habrá en España próximamente afectará a profesiones que estén ‘al aire libre’, como la agricultura y el turismo, y que ello acarreará futuros casos tumorales.
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