Miguel Sánchez Viera y José Juan Pereira.
La
telemedicina ha dado pasos de gigante en los últimos años gracias al test forzado que ha supuesto mantener la asistencia sanitaria durante la pandemia. Sin embargo, este “banco de pruebas” también ha llenado de argumentos a los detractores de un método que aún está en una
fase inicial en la especialidad de Dermatología frente al desarrollo realizado en otras especialidades. Tanto es así, que desde la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV) lo ven más como un
complemento que como una solución única.
“La teledermatología es viable, pero tiene sus limitaciones”, asegura Miguel Sánchez Viera, director del Instituto de Dermatología Integral y coordinador del Grupo Español de Dermatología Estética y Terapéutica (GEDET) de la AEDV. El especialista tiene claro que, de momento,
no sustituye en todos los casos a la consulta presencial. De hecho, en muchas ocasiones sirve como un primer paso que desemboca en la consulta presencial. “La presencial es la mejor consulta porque el clínico tiene delante la lesión, no solo ante sus ojos, sino que puede tocar, pellizcar, biopsiar, o utilizar otras herramientas”, detalla.
Para José Juan Pereira, coautor del algoritmo andaluz que hace un
diagnóstico instantáneo de cáncer de piel, la teledermatología es
totalmente viable. “En el Virgen del Rocío llevamos utilizándola más de 7 años y hemos analizados más de 100.000 imágenes. Es algo que se ha implantado en el día a día”, resalta.
¿En qué casos clínicos sí es eficaz la teledermatología?
Lo que sí ha logrado la teledermatología es situarse como un
complemento perfecto para el seguimiento de algunas patologías. “Por ejemplo, a un paciente con un melanoma es muy difícil hacerle un diagnóstico si no es presencial. Hace falta una biopsia o cirugía en el tratamiento. Pero una vez que lo tiene y se le ha aplicado el diagnóstico quirúrgico algunos de los seguimientos postoperatorios sí se puede hacer por teledermatología, como ver si en su centro más cercano le pueden retirar las suturas”, explica.
"Es una magnífica herramienta de cribado en patología tumoral"
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Siguiendo este ejemplo, el paciente tendría que hacer dos veces al año una revisión dermatoscópica, un proceso que debe ser presencial. Por lo tanto, según Sánchez Viera,
para una parte del seguimiento es útil, pero para la otra no.
Por su parte, Juan Pereira considera que la teledermatología ha demostrado que es una
magnífica herramienta de cribado en patología tumoral, pero también tiene otros usos: “En otros procesos inflamatorios se puede utilizar como un screening y como un apoyo para el seguimiento o como para segundas consultas. En esto la teledermatología también tiene uso”.
¿Es la teledermatología la solución para llegar a la España vaciada?
“En algunas zonas de España no hay dermatólogos todos los días. En esos casos, a través de la teledermatologia se puede hacer
un screening a modo de cribado para determinar que pacientes es necesario ver presencialmente y cuales se pueden atender por teledermatología. Por ejemplo, un acné poco severo con imágenes bien tomadas y con una historia clínica bien relatada, el especialista podría poner las pautas del tratamiento y vigilar su evolución a través de Enfermería. En caso de empeorar se solicitaría una consulta presencial”, explica Sánchez Viera.
En la misma línea se muestra Juan Pereira, quien destaca a
Andalucía, Castilla-La Mancha y Cataluña como las regiones más avanzadas en esta materia. “A nivel nacional vemos excelentísimos proyectos que luego no llegan a implementarse”, reivindica el dermatólogo del Virgen del Rocío.
"Iremos hacia un aumento de las teleconsultas sin perder la explicación de los casos y el contacto"
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Un avance que también va a
dos velocidades en la pública y la privada. “Hay centros que están desarrollando la consulta de teledermatología para determinar qué pacientes necesitan ser citados en centros muy especializados y hay centros que no tienen tan desarrollada esta estrategia. En la pública todavía estamos en una fase de experiencia individuales piloto pero no hay estrategia común a todos los centros de la misma comunidades autónoma”, resalta Sánchez Viera.
En ese sentido, el dermatólogo reclama
una guía común para optimizar y racionalizar recursos. “Estamos en una fase valoración de herramientas a través de iniciativas concretas. No hay una política sanitaria que esté dando unas guías para desarrollar de una manera homogénea la teledermatología. Tendrá que haber una guía más pronto que tarde”, reivindica el coordinador de la AEDV.
¿Aumento de la teledermatología en el medio plazo?
“Yo creo que i
remos hacia un aumento de las teleconsultas sin perder la explicación de los casos y el contacto. En dermatología muchas veces el paciente ya nos lo pide, dice para que voy a perder el día de trabajo si lo podemos solucionar a distancia. El cambio de paradigma cultural a raíz de la pandemia ha ayudado mucho”, explica Juan Pereira, quien también resalta el ahorro de costes y un aumento de las deficiencias.
Por su parte, Sánchez Viera se muestra más cauto: “Todos los especialistas coincidimos en que
hay un hándicap, necesitamos buenas imágenes con buenos enfoques y con las distancias adecuadas. En la pandemia nos ha ocurrido que el contacto con el paciente era bueno, pero cuando queríamos ver imágenes hay pacientes que por diversos motivos no pueden obtener buenas imágenes de ciertas zonas del cuerpo compo puede ser la espalda. Incluso con el avance de herramientas, hay elementos que dificultan el desarrollo en el futuro”.
Por todo ello, para el coordinador del Grupo Español de Dermatología Estética y Terapéutica (GEDET) de la AEDV, el avance de la teledermatología debe ir
ligado al avance de la sociedad y la tecnología. “Es uno de los elementos fundamentales para que se siga desarrollando”, resalta.
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