Salvador Arias, jefe de Dermatología y la Unidad de producción celular e ingeniería tisular del Hospital Virgen de las Nieves.
21 dic. 2021 9:00H
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Más allá de las innovadoras CAR-T, las terapias avanzadas en España también gozan de buena salud en otras especialidades, entre ellas, Dermatología. Un campo donde la sanidad española cuenta con varios ensayos previstos para los próximos años donde se desarrollará el uso de la piel artificial y las células mesenquimales.
Uno de los máximos exponentes de este buen hacer investigador es el departamento de Dermatología y la Unidad de Producción celular e ingeniería tisular del Hospital Virgen de las Nieves (Granada), quienes por segundo año consecutivo se han alzado con el premio al Mejor Servicio de Atención al Paciente en Dermatología y fueron los pioneros en aplicar la piel artificial a un paciente, allá por el 2016.
“Dentro de la Dermatología estamos en una buena posición para ser competitivos y aportar información en las terapias avanzadas”, detalla a Redacción Médica Salvador Arias, jefe de Servicio de la citada unidad y director de la Unidad de Producción celular.
¿Cuáles son las terapias avanzadas que marcarán la Dermatología del futuro?
Para el experto, el estado actual de las terapias avanzadas en Dermatología se sustenta en tres grandes pilares: la terapia celular, la ingeniería de tejidos, y la terapia génica. “Se busca tratar a través de suspensiones celulares, crear piel artificial y hacer una manipulación genética del componente celular para sustituir una mutación”, explica Arias.
De este grupo, las que tienen más potencial de uso clínico en el medio plazo son la terapia celular y la ingeniería de tejidos, y en ambas la unidad granadina prepara varios ensayos clínicos.
“Ambas tecnologías irán de la mano, en cinco años tendremos más resultados sobre su posible uso. Con las terapias celulares tenemos tres ensayos clínicos para 2022 y 2023 sobre células mesenquimales en tres tipos de enfermedades dermatológicas. Mientras que con el uso de la piel artificial también tenemos previstos varios ensayos para incorporar su uso a otras aplicaciones dermatológicas”, detalla Arias.
De manera que su utilización como indicación médica llegará dentro de varios años. “A nivel nacional no se está usando en el día a día clínico, pero en los próximos años se empezará a usar. Ahora estamos en ensayos clínicos, cuando confirmemos la seguridad y efectividad llegarán”, asegura el dermatólogo, quien también sitúa su avance a nivel mundial en una fase inicial. “Todavía faltan bastantes estudios, pero ya hay avances con ensayos en animales y humanos”.
¿En qué consiste la terapia celular en Dermatología?
Esta terapia avanzada se basa en las células troncales mesenquimales. “Estas tienen propiedades inmunoreguladores y efectos regeneradores. Su uso y regulación es complejo de momento. A nivel mundial se están desarrollando pequeñas experiencias en la curación de úlceras o quemaduras, explotando así el efecto inmunoregulador. Mientras que el efecto antinflamatorio es más para tratar patologías como psoriasis o dermatitis atópica”, detalla el especialista.
Según detalla Arias, el uso en ensayos clínicos ya es una realidad, pero para que se pueda utilizar como indicación médica todavía queda bastante. “Deberían de consolidarse muy bien. Muchos ensayos surgen en el entorno académico y para que un medicamento se desarrolle muchas veces hace falta el apoyo de la industria farmacéutica”, advierte el dermatólogo.
¿Cuál es el estado de desarrollo de la piel artificial?
Respecto a los injertos de piel artificial, desde que empezó el proyecto en el 2016 hasta 15 pacientes con más del 70 por ciento de piel quemada y sin alternativa alguna se han beneficiado de este innovador tratamiento. “Hemos podido comprobar que a los dos meses del implante ya se puede dar el alta. Entre en un 80 y 70 por ciento de la piel que se injerta reacciona bien. Los resultados son bastante buenos”, asegura Arias.
Es especialista asegura que conforme pasan las semanas mejora la perdida transepidérmica de agua y ya han contrastado que se forman adecuadamente las capas más importantes de la piel. “Estamos en una fase de análisis para ir sacando publicaciones en los próximos meses”, explica el dermatólogo.
Ahora el reto está en ampliar el uso de la tecnología. “En el futuro, queremos comparar la efectividad de la piel artificial frente a los autoinjertos en este uso. Cuando pasen unos años la piel artificial se podrá extender al tratamiento de úlceras, quemaduras más pequeñas o cuando tengamos que poner injertos grandes. Todos estos avances podrán ampliar el abanico de indicaciones”, explica Arias, quien asegura que hoy por hoy, todavía no son capaces de crear en el laboratorio una piel artificial como la humana. “El tratamiento ideal son los autoinjertos, pero los ensayos actuales y futuros son pasos para abrirla en nuevas indicaciones”, explica.
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