Una mujer con antecedentes penales casi deja ciego a su médico de un golpe

Las agresiones a los médicos son una lacra contra la que cada vez más profesionales y organismos se están levantando en pie de guerra, porque los números no dejan lugar a dudas: 3.919 en los últimos ocho años y a 490 en 2018, según datos la Organización Médica Colegial (OMC). Precisamente, uno de los últimos casos ha sido denunciado por el Médico de Familia y Emergencias en Cádiz, Sergio Salgado, a través de una publicación en Twitter (@Sergio_EPES061).

En su mensaje, denuncia que un compañero fue agredido a finales del mes de agosto “por una paciente a la que iba a atender, produciéndole varias úlceras corneales”, y generándole, entonces, un perjuicio en los ojos y la vista. “Esta ‘señora’ contaba con 8 antecedentes por atentado a la autoridad en 2 años”, sostiene Salgado, quien además lamenta que “estaba en la calle” pese a su historial delictivo reincidente.

“#AsíNo #STOPagresiones”, finaliza su comentario en la citada red social, el cual ha recibido respuestas de apoyo y denuncias de otros usuarios que lamentan la falta de seguridad de los profesionales sanitarios frente a las agresiones durante su labor asistencial.

Condena del Colegio de Médicos
Por ello, el propio Colegio de Médicos de Cádiz ha manifestado su "enérgica condena” ante este último caso. “El preocupante incremento de casos de agresiones a médicos exige una respuesta colectiva y un esfuerzo común que aísle a los agresores", ha señalado la organización colegial en un comunicado.

Estas medidas tienen que venir de la mano de “acciones consensuadas por todos los agentes sanitarios y sociales” para  que las agresiones a sanitarios sean “consideradas como violencia social y delito contra la autoridad en todos los ámbitos” -público y privado- y sean penadas con “los mismos criterios en todas las comunidades autónomas”, ha señalado.

Por otra parte, el Colegio de Médicos de Cádiz ha hecho un "llamamiento a la concienciación social" sobre el impacto que provoca la violencia la violencia contra quienes están al cuidado de la salud y que afecta de forma sustancial a la actividad sanitaria.

En cualquier caso, han insistido en la importancia que tiene denunciar ante las autoridades esta clase de comportamientos, ya sea consumada o en grado de tentativa, física o verbal y toda aquella actuación por parte de pacientes, familiares o acompañantes de pacientes.