Proceso de inseminación artificial.
29 nov. 2017 14:50H
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Un defecto de forma de la Fiscalía de Barcelona permitirá que una mujer catalana que quiere quedarse embarazada con esperma congelado de su marido muerto hace unos cuatro años pueda seguir adelante con el tratamiento, después de que un juez autorizara la inseminación.
La abogada de la mujer, Sonia Álvarez, del despacho LexBcn, ha explicado hoy que un juez de primera instancia de Barcelona ha autorizado que pueda usar el esperma congelado de su marido fallecido, al constatar que el hombre había dado su consentimiento por escrito antes de morir.
El juez, en su sentencia, autorizó la inseminación al interpretar que la legislación catalana permite que se empiece el tratamiento dentro de los 270 primeros días tras el fallecimiento del marido pero no habla de cuándo debe finalizar el mismo. De hecho, en este caso la mujer empezó el tratamiento poco después de fallecer su marido, hasta ahora sin éxito.
Al cabo de un año, la clínica de fertilización le comunicó que no podían hacer más intentos al haber pasado un año, tiempo límite que marca la legislación española. Los abogados de la mujer argumentaron entonces ante los tribunales que la legislación catalana marca que se debe empezar dentro de los 270 primeros días desde la muerte del hombre, y el juez les dio la razón.
La Fiscalía presentó un recurso el mes de marzo de este año para impedir que continuara el proceso de inseminación, pero lo hizo sin sello, en un juzgado erróneo y fuera de tiempo.
Estos errores de forma han hecho que la Audiencia de Barcelona dictara un auto en el que se dice que la ley ha de ser igual para todas las partes, y que la Fiscalía "no presentó el escrito ante el juez que llevó el caso", ha indicado la abogada.
Marta espera poder reiniciar el tratamiento para poder quedarse embarazada en las próximas semanas, quizá ya en 2018, cuatro años después de que su marido falleciera.
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