Redacción. Jaén
El Colegio de Enfermería de Jaén, a través de sus servicios jurídicos, ha conseguido que la Justicia condene al agresor de un enfermero por delito de atentado y falta de lesiones. El agresor ha sido condenado a un año de prisión, un mes de multa, a razón de tres euros diarios, el pago de 1.800 euros en concepto de responsabilidad civil y la prohibición de acercarse a la víctima y de comunicarse por cualquier medio.
Máximo González Jurado, presidente del CGE. |
Para el asesor jurídico de la institución colegial, Luis Alberto García, la sentencia es muy importante para la enfermería. “Por una parte, refrenda el carácter de autoridad pública del enfermero y, por otra, de ahí su carácter pionero, impone una orden de alejamiento respecto al agresor y establece la incomunicación con el mismo”, apunta.
Los hechos se remontan a finales de mayo de 2011, cuando el agresor se acercó hasta el centro de salud de Jódar para que le procurasen la cura de unas heridas. El condenado fue atendido inicialmente por el enfermero denunciante y no quedando conforme, volvió en una segunda ocasión al centro sanitario, donde exigió ser atendido por otro profesional de enfermería. Tras esta segunda cura, el denunciado volvió una tercera vez al centro de salud y esperó en la entrada del mismo al enfermero con el ánimo, según se establece en la sentencia, de “menoscabar la integridad física (…) increpándole y dándole grandes voces con el puño en alto, hasta que lo cogió del cuello y lo empujó violentamente tirándolo al suelo”. Tras la celebración del juicio y según la sentencia emitida, el agresor cometió un atentado y una falta de lesiones. Ante esta sentencia firme, desde el Colegio de Enfermería de Jaén muestran su satisfacción por el hecho de que esta agresión sea considerada como delito.
Para el presidente del Colegio de Enfermería de Jaén, José Francisco Lendínez Cobo, se trata de una buena noticia pero informa de que no hay que “bajar la guardia”, ya que las agresiones suponen un grave problema para el colectivo de enfermería. “Desde el Colegio vamos a seguir reivindicando que se persigan las agresiones y se endurezcan las penas. Que la Fiscalía penalice como atentado estas agresiones”, apunta Lendínez. “Solicitamos que las agresiones de carácter verbal, que son las más frecuentes, sean consideradas atentado y no faltas, ya que, en la actualidad, insultar y agredir verbalmente a un enfermero suele salir muy barato”, añade el presidente.